Ante sus equipos, Donald Trump avisó que quería definir los liderazgos de siete embajadas que serán clave para su administración antes del desembarco oficial en la Casa Blanca. Algunas de esas importantes decisiones ya fueron tomadas, casi con el mismo carácter de importancia que las sillas de los secretarios que integrarán su Gabinete.

Allí puede verse la elección de Terry Branstad para tender puentes con China. También la decisión de colocar a David Friedman en Israel. Rusia, Canadá y dos sedes europeas -¿Alemania y Gran Bretaña?- serán definidas en los próximos días.

Por supuesto, esa lista la completa México. Para el país que ocupó gran parte de su discurso de campaña, Donald Trump ya maneja una lista corta de tan sólo dos nombres. El titular del Partido Republicano en México, Larry Rubin, es acaso el hombre fuerte en esa pelea. Y conversó en exclusiva con La Política Online.

La semana pasada te reuniste en la Trump Tower para conversar sobre esta posible designación. ¿Cómo fue esa reunión?

Fue un encuentro con su equipo. Conversamos sobre la relación México-Estados Unidos. Me pidieron que participe como posible futuro embajador. Lo haría con mucho gusto porque conozco muy bien las dos culturas y los detalles intrínsecos de la política bilateral. Llevo más de 12 años siendo representante del Partido Republicano en México.

¿Qué falta para que se concrete la designación?

Llevo tiempo platicando con Guajardo sobre el futuro de la relación. De igual forma hemos buscado a Osorio Chong, a quien conozco desde que era gobernador en Hidalgo. Con el presidente Peña Nieto tuve la chance de dialogar.

Es posible que el presidente electo me llame a una nueva entrevista. También a otro que considere para el puesto. Será Trump quien decida y también quien pondrá los tiempos. Es posible que lo decida antes que acabe el 2016, pero también lo puede alargar un poco.

Su vínculo directo es con el jefe de Gabinete, Reince Priebus.

Sí. Con Reince Priebus he trabajado mucho tiempo. Ahora la discusión es qué es lo que se necesita para que México y Estados Unidos estén más cercanos y trabajen mejor. Siempre he sido una persona caracterizada por generar sinergias y buscar alianzas provechosas.

Ahí está mi experiencia. Dirigía la Cámara Americana de Comercio y me tocaba defender al comercio norteamericano en México, defenderlo en términos legislativos. Fui una infinidad de veces al Congreso a pelear por asuntos que fueren importantes para la inversión norteamericana. También en la defensa de empresas particular, trabajando desde en las delegaciones hasta en la secretaría de Relaciones Exteriores.

¿Quién es su adversario en esta carrera por la Embajada en México? 

El único que he escuchado es Albert Zapanta. No escuché otros. Puede ser que el presidente electo lo amplié o que sólo tome la decisión en base a estos dos perfiles. La diferencia es que yo he operado en México por muchos años y Al Zapanta ha trabajado en Washington. Creo que lo que se requiere es alguien que sepa operar intrínsecamente en México.

LPOEder López Aguilar

Menciona que su experiencia en el territorio mexicano es un punto a tu favor. Imagino que después de tantos años, su vínculo con el sistema político mexicano es fluido. ¿Ya se han acercado enviados del gobierno? ¿Ha podido conversar con Ruiz Massieu, Guajardo, Osorio Chong?

Llevo tiempo platicando con Ildefonso Guajardo sobre el futuro de la relación. Me siento cómodo de tener una amistad con él. De igual forma hemos buscado a Osorio Chong, a quien conozco desde que era gobernador en Hidalgo. Con el presidente Peña Nieto tuve la chance de dialogar en un evento en el que estábamos hace poco.

Mi idea es profundizar lazos con todo el sistema político. Vamos a tener acercamientos con los principales partidos de la nación. En enero ya estamos confirmados para sentarnos con el grupo parlamentario del PRD. Y así continuar nuestro trabajo porque naturalmente quiero ser un vínculo importante en esta relación.

Hay más tranquilidad porque los últimos mensajes desde los equipos de Trump son ya muy diferentes a lo que se escuchaba al principio de la campaña. Eso genera mucha más tranquilidad.

¿Qué te transmiten estos diálogos que tienes con Guajardo, con Peña Nieto? ¿Cuál es la mayor preocupación?

Creo que hay más tranquilidad porque los últimos mensajes que han venido dando desde los equipos de Trump son ya muy diferentes a lo que se escuchaba al principio de la campaña. Eso genera mucha más tranquilidad. 

Claro, el gobierno de Peña Nieto buscará tener más enlaces y más cercanía con Washington. Aquí jugará un papel vital el embajador. Por eso sí es importante que la persona que ocupe la embajada en DF entienda cómo construir esas bases entre la clase política de México y los Estados Unidos.

Uno de los primeros contactos de Claudia Ruiz Massieu fue Paul Ryan. ¿Qué rol tendrá el speaker de la Cámara de Representantes? Imagino que en interés de establecer un puente allí es por la influencia que pueda tener en el debate del TLCAN.

Paul Rayn va jugar un papel muy importante y no solamente en la discusión amplia del TLCAN, que además no necesariamente va a ser una renegociación. Creo que habrá que sentarnos y esperar a ver qué quieren las tres partes involucradas. Recién una vez que se determine qué cambios o añadiduras se quiere hacer, pues ahí se sentarán los tres gobiernos. 

Ryan sigue siendo el líder de la Cámara Baja. El acercamiento que se tenga con él y otros líderes del Congreso es muy importante. El Gobierno de Peña Nieto tiene que estar haciendo constantemente esos puentes y no sólo con el poder legislativo y ejecutivo. También es importante hacer un mayor vínculo con ambas estructuras de los partidos.

No creo que vayamos a ver un Estados Unidos alejado del mundo. Al contrario. Y eso tiene que ver con la presencia de muchos empresarios exitosos en el Gabinete.

Recién mencionaba su experiencia en la Cámara Americana de Comercio y su vínculo con empresas estadounideses en México. ¿Cuál es el clima que hay entre esos empresarios? ¿Hay temor ante posibles presiones de Trump para que regresen inversiones a EU? ¿Creen que podrían sufrir impuestos o tasas por permanecer en aquí? 

La verdad es que hay mucha más tranquilidad que al inicio de la campaña. Los impuestos no se pueden imponer más que siguiendo el pie de letra de lo que contiene el Tratado de Libre Comercio. Entonces, las empresas que ya están aquí en México están trabajando igual que siempre. El TLCAN está en vigor y la discusión que se tenga pues va a ser importante sin duda, pero no quiere decir que va a dañar la inversión que está depositada aquí. 

México sigue siendo un destino de inversión muy importante para Estados Unidos, porque es muy competitivo y hasta que no se arregle la competitividad en Estados Unidos naturalmente las empresas no se van a ir porque suene bonito. Volverán siempre y cuando tengan mayor competitividad y mejor productividad en Estados Unidos. Y ambos puntos son muy difíciles que conseguir en dos o tres meses. Inclusive en años. 

¿Cómo haces a la fuerza laboral de EU más productiva y competitiva? Es una discusión que va mucho más allá que el TLCAN, por eso modificar el Tratado no resolvería la cuestión de fondo. A fin de cuentas, los inversionistas buscarán los mercados que mejor les convengan.

LPOEder López Aguilar

En concreto, ¿qué debería discutirse en  torno al TLCAN?

El TLCAN tiene más de 20 años. Sí hay puntos de mejora. No podríamos decir que México hoy es el mismo que en los noventa. Por ejemplo, el comercio electrónico en los noventa no existía. De igual forma el tema energético: ni se contemplaba porque México no estaba abierto a la inversión privada. 

Esos dos temas, por mencionar algunos, son muy importantes para incorporar en el TLCAN. En mi opinión, más que modificar, tendríamos que hablar de modernización. Es es la palabra clave para contemplar una realidad diferente. Y pinta de una forma muy distinta el asunto. Lo han buscado presidentes antes. Se trata del tratado más exitoso para los tres países.

¿Qué le parece el Gabinete que conformó Trump? Es un equipo conformado por muchos empresarios. ¿Qué impronta tendrá en la ejecución de las políticas

Trump lo que va a buscar lo mejor para Estados Unidos. Y lo mejor para Estados Unidos es el TLCAN.

Es un Gabinete, como bien apuntas, con empresarios en puestos claves. Y eso se observa desde la Secretaría de Estado, que tradicionalmente iba a un político veterano y ahora está yendo al presidente de una compañía muy importante y altamente productiva con operaciones globales: Exxon-Mobile.

Rex [Tillerson] es alguien que ha trabajado con diferentes presidentes en todos los ricones del mundo. Eso algo muy positivo porque la Secretaría de Estado tiene que trabajar mano a mano con el comercio, vinculándose con empresarios que operan en distintas partes del planeta. No podemos vislumbrar una embajada que no trabaje con empresarios. Es un buen momento para darle una buena refrescada a esa secretaría.

En la Secretaría de Comercio también tienes a otro de los multimillonarios más exitosos: Willbur Ross. Tienes empresarios que entienden perfectamente la necesidad de los tratados. Entienden los resultados que generan los convenios entre países y el trabajo sincronizado con otras economías. 

En ese sentido, no creo que vayamos a ver un Estados Unidos alejado del mundo. Al contrario. Y eso tiene que ver con la presencia de muchos empresarios exitosos en el Gabinete.

Sin embargo, Ross dijo hace unos días que si se observa el comportamiento del peso mexicano, estaba claro que México tendría que ceder en la negociación ante los Estados Unidos. Cuando uno observa esas declaraciones, ¿se tiene que imaginar un escenario complejo para México?

Esperar no es la solución. Hay que empezar ya a platicar. El gobierno mexicano debe empezar a negociar. Guajardo debe conocer cuanto antes a Ross.

Trump lo que va a buscar lo mejor para Estados Unidos. Y lo mejor para Estados Unidos es el TLCAN. Sí buscara beneficios con una modernización de ese tratado. Pero creo que hay que esperar a que se ingrese a la administración. Ahí se verá cuál es exactamente la línea de gobierno. No es lo mismo ser candidato, presidente electo o gobernante.

Dentro del Gabinete de Peña Nieto había posiciones encontradas. Algunos planteaban un acercamiento inmediato a Donald Trump después de su triunfo, y otros con una postura más moderada sugerían esperar a que se defina su equipo y asuman funciones... ¿México debe esperar a que Trump asuma? 

No. Definitivamente no. Pienso que como en cualquier relación, cuanto más rápido la puedas construir mejor. No tienes que esperar a que entren en funciones, como esperaran tantísimas naciones. Esperar no es la solución. Hay que empezar ya a platicar con contrapartes. El gobierno mexicano debe empezar a negociar con los equipos de Trump. Que dialoguen y empiecen a conocerse. Porque también es bien importante la relación interpersonal que los secretarios logren hacer. Guajardo debe conocer cuanto antes a Ross.

LPOEder López Aguilar

¿Tiene conocimiento que esa cumbra Guajardo-Ross pueda ocurrir en breve?

No tengo esa información, pero espero que se vayan hacia esa ruta. Me parece que es algo urgente que ya se empiecen a sentar, que se empiecen a conocer. La única forma de que en verdad pueda haber un acercamiento es que urgentemente la administración de Peña Nieto busque ya reuniones en Estados Unidos para forjar una relación amistosa y respetuosa.

Trump tendrá un enorme desafío de responder a ese sector clave del electorado que definió la elección en su favor: los obreros blancos del "cinturón oxidado". Y al mismo tiempo no aislarse del mundo. ¿Cómo encontrar un equilibrio entre estas dos posturas que, según su propio discurso, parece contradictoria?

Me parece que sólo con el tiempo podrá encontrar ese equilibrio. Por ser el presidente de EU, se convierte en el mandatario más poderoso del mundo. Un presidente que tendrá no sólo una responsabilidad con sus ciudadanos, sino una responsabilidad a nivel global.

Si López Obrador ganara en 2018, creo que veríamos una continuidad de estrategias. No creo que hubiese un impacto en la relación con Estados Unidos.

Claro: los que lo eligen son los ciudadanos norteamericanos. Entonces, su administración trabajará para esos ciudadanos. No podemos esperar que tome acciones que beneficien a otro país y perjudiquen a los Estados Unidos. Eso no va a suceder. Pero me parece que encontrará el balance para que sea bueno para su país y también para la comunidad internacional.

En materia de la relación bilateral con México, pienso que se pueden encontrar esos puntos de acuerdo para que sea beneficioso para los dos países. Somos vecinos y tenemos una historia común muy arraigada. Son dos culturas con mucha sinergía. Eso no va a cambiar con un nuevo presidente ni con ninguna persona.

Trump convivirá el primer tramo de su mandato con Enrique Peña Nieto. Pero luego llegará un nuevo presidente. Y en ciertos sectores del mercado, sobrevuela el temor a un posible impacto si ganara López Obrador. ¿Te parece que realmente es un riesgo para la relación con los Estados Unidos?

No. Creo que quien gane las próximas elecciones en México tendrá una tarea muy grande: profundizar los canales que esperemos esta administración ya haya construido. Si ganara Andrés Manuel, creo que veríamos una continuidad de estrategias. Quien gane, no veo por qué fuera diferente. Sí pienso que ese próximo mandatario es que se den las condiciones para que hayan esta sinergia y construcción de lazos para fortalecer la relación.