Álvaro Ibarra es consciente hace tiempo que su posición de coordinador de los diputados federales del PRI por Nuevo León está en discusión. Son conocidas en el bloque las gestiones de Tomás Montoya ante el coordinador de la bancada en San Lázaro César Camacho. El argumento es que Ibarra está identificado con Rodrigo Medina y que eso no favorece a la imagen que el PRI debe proyectar.

Ibarra fue el secretario de Gobierno de Medina y uno de los hombres más influyentes de su gobierno.  Ahora para retener su posición de poder es que se acerca al diputado Enrique Jackson, que es otra de las figuras centrales de la bancada por su estrecha afinidad con el senador Emilio Gamboa.  Jackson era el presidente del Senado durante el gobierno de Vicente Fox.

Gamboa ya es el principal respaldo de la senadora Ivonne Álvarez, de hecho fue él quien la hizo candidata a la gobernatura contra el independiente Jaime Rodríguez Calderón. La actual senadora le ganó de mano a Ildefonso Guajardo en esa ocasión, especialmente porque se creía que el PAN iba a postular a la entonces alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes.

La jugada de Ibarra con Jackson y Gamboa va más allá de de la coordinación de los diputados. El ex funcionario es de los que creen que cuando el Bronco deje el Gobierno estatal para ser candidato a la presidencia el relevo en el Palacio de Cantera se va a decidir directamente desde Los Pinos. En esa ecuación Héctor Gutiérrez de la Garza (actual funcionario en la Secretaría de Educación) y Guajardo suenan como posibilidades para asumir el interinato. Ibarra se quiere sumar a esa lista corta.

Esto obedece a otra motivación. Es conocido que quien asuma como interino tiene un destino natural en materia electoral: una candidatura para el municipio de Monterrey.