Hay algo que está claro: Morena fue la gran perdedora de la distribución de fondos entre las delegaciones. En cambio, los aliados del PRD en la Ciudad, las bancadas del PRI y el PAN, consiguieron para sus delegados cuantiosos aumentos.

Los números son muy elocuentes. Delegaciones como Magdalena Contreras -del PRI- y Benito Juárez -del PAN- tuvieron niveles de aumento en sus presupuestos de hasta 20% y 30% respectivamente. Así de importante era conseguir un acuerdo para sacar el Presupuesto.

Los territorios controlados por el PRD también fueron beneficiados con aumentos en sus presupuestos. Los más robustos fueron justamente los terruños de Leonel Luna y Mauricio Toledo, cabezas también de la negociación en la Asamblea Legislativa.

Pero una filosa daga se metió en las entrañas de Morena. De sus cinco delegaciones, sólo una salió ilesa. Se trata de Cuauhtémoc, la delegación de Ricardo Monreal, que como adelantó La Política Online prefirió jugar por fuera del bloque comandado por César Cravioto –hombre de Martí Batres- y conversar directamente con Mancera.

El Jefe de Gobierno concedió un aumento razonable para Monreal, muy distinto a los fondos escuálidos que irán hacia Tláhuac, Xochimilco, Azcapotzalco y Tlalpan.

Inocente o deliberada, la decisión abrió aún más las grietas entre los distintos grupos morenos. Desde la tribuna, César Cravioto dejó entrever ese malestar, al sugerir que Mancera intentaba meterse en la definición del candidato de Morena para 2018. El hombre de Batres dio a entender que Mancera jugaba ya a favor de Monreal.

“Quiero decir algo. A una delegación de Morena se la trata bien, con 230 millones de pesos. Les queremos decir algo con toda claridad. Morena va decidir quién los va a representar sin ningún tipo de presión por parte del Gobierno de la Ciudad. Si quieren cooptar a militantes de Morena, van por mal camino”, se despachó el legislador.