Centro de transporte terrestre, pistas, estación de metro y dranaje son algunas de las obras que va a requerir el próximo año el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México que está al frente de la construcción de la nueva terminal capitalina. La inversión trepará hasta los 50000 millones de pesos.

Una meta para las constructoras que tras los recortes al gasto por parte del Gobierno requieren como nunca antes de este tipo de proyectos para sostener sus operaciones. El fondeo de las obras del aeropuerto proviene de un crédito internacional.

La alianza más interesante de cara al próximo año es la de ICA y un consorcio liderado por Carso Infraestructura y Construcción, parte de Grupo Carso de Carlos Slim que ofertarán juntos por la construcción de la terminal del aeropuerto. La que fuera la constructora más importante de América Latina afronta ahora una compleja reestructura diseñada por el inversor regiomontano David Martínez. 

Hace un mes y medio ICA designó como directora general a Guadalupe Phillips Margain, que tiene múltiples contactos en el sector público gracias a su experiencia como alta ejecutiva de Televisa.

 En septiembre Slim ganó una parte del proyecto de 361 millones de dólares para construir una pista para el nuevo aeropuerto. En octubre ICA ganó un contrato para la construcción de la losa de cimentación del edificio terminal del Aeropuerto, con una oferta de alrededor de 7 mil 556 millones de pesos (405 millones de dólares).