El descontento por el gasolinazo va sumando cada vez más sectores de la sociedad en descontento. No escapa el sector automotriz, uno de los más brillantes en la economía mexicana durante los últimos años, sin embargo ahora comienzan las complicaciones por distintas razones.

Entre los analistas comienzan a encenderse las alarmas. El factor Trump inquieta de manera constante por las políticas que pudiera implementar y que ya no sólo se trata de amenazas sino de una realidad que ya golpea inversiones en México.

Y es que el temor ya no es solo un posible cambio en el TLCAN. Algo más real está sobre la mesa: una estrategia fiscal que golpee el comercio con México, nada improbable considerando las acciones que ha tomado Trump recientemente.

Así tenemos los casos de los conflictos que tuvo con la Ford, el escándalo con Carrier y hoy dos golpes fuertes: una amenaza directa a General Mottors, y se anunció a medio día la cancelación de una planta de la Ford en San Luis Potosí. La industria ya no sufre solo amenazas, ya es una realidad.

A ello se suma el factor del tipo de cambio y hasta el tema del alza en las gasolinas, planteando ya una reconfiguración en la industria y sin duda, un descenso en el consumo, por tanto un golpe a las ventas. Aunque existe controversia sobre qué tanto afectará el tema del combustible.

Cuartoscuro

Como sea hay un acuerdo: para 2017 se espera una desaceleración en el sector para este año a decir de los analistas consultados por La Política Online, con un consumo que sí puede verse afectado.

¿La transformación en la industria ya está aquí?

También es cierto que los analistas prevén que la industria, efectivamente esté de frente a una reconfiguración, que no precisamente tendría que ver con una gasolina más cara, aunque podría ser ya un detonante que acelere el proceso, consideran algunos.

“La industria ya está mutando desde hace unos años atrás, siguiendo la tendencia mundial”, explica el especialista en el sector de Grupo Ve por Más, José María Flores, refiriéndose a una industria de carros ligeros.

A detalle, la analista de Signum Research, Armelia Reyes explicó que ya hay algunas automotrices que están invirtiendo ya para esta transición para contar con componentes más ligeros, comprando autopartes de aluminio, poniendo el caso de firmas autopartistas como Rassini o Nemak, que han hecho inversiones en este sentido.

Estos automóviles, más ligeros, también plantean un motor con más eficiencia en el consumo de gasolina. Con menores posibilidades en el mercado mexicano, también le apuestan a los automóviles híbridos o eléctricos –aunque las complejidades en este ramo son amplias aún en el país-.

Sin embargo, el costo de estos automóviles resultan más elevados también y eso podría impactar su consumo, advirtió la analista. Aunque también advirtió que paulatinamente también se verá un cambio en el consumidor. “Será una inversión más pensada en el consumo de combustible”.

Aunque no toda la población podrá acceder a estos autos. En ese caso, la analista ve también que pueda desincentivarse el uso del automóvil y acudir más al transporte público o por compartir el carro. “En este caso crecerá la demanda por otros servicios como el Uber Pool”, añadió.