La reacción que ha traído el gasolinazo encendió las alarmas entre los gobernadores, que viven de cerca -en sus propios terruños- bloqueos de carreteras, tomas de gasolineras y diferentes manifestaciones de ciudadanos furiosos con los aumentos. 

Dirigentes de todo el arco opositor expresaron esa preocupación sin eufemismos. Desde Morelos, Graco Ramírez aseguró que los mandatarios estatales son también responsables de garantizar la gobernabilidad, una queja directa hacia el gabinete de EPN.  

“Los gobernadores somos responsables de la gobernabilidad. Estamos viendo en las entidades protestas que se explican porque los ciudadanos están muy enojados. Los gobernadores tenemos que tener salidas alternativas”, dijo como preludio de lo que plantearon para el próximo lunes a José Antonio Meade.

Claro. Los gobernadores del PRD y PAN no son los únicos preocupados por la gobernabilidad en sus entidades. Claudia Pavlovich y Aristóteles Sandoval, priistas de Sonora y Jalisco, ya han manifestado su inconformidad por el aumento a las gasolinas en todo el país.

Se acaba de desatar un nuevo round entre los tecnócratas y la vieja guardia del PRI, que ya aprovecha el gasolinazo para alinear a los gobernadores.

Sandoval dijo que el “aumento en combustibles indigna" y que "la gente tiene razón: no es justo”. Como Sandoval, Pavlovich adelantó que su administración “realizará varias acciones, independientemente de las decisiones o acuerdos que se tomen en el seno de la Conago”. 

Junto al ex gobernador priista de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú (quien sorprendió a todos en septiembre del año pasado asegurando que "Enrique Peña Nietos no es el mejor activo para su partido, en este momento"),  Pavlovich y Aristóteles son las primeras voces en disidencia que surgen en el tricolor.

La fractura del PRI

Pero, ¿qué esconden estas declaraciones disonantes entre gobernadores oficialistas? Para muchos, estos actos de inconformidad son interpretados como "lo que siempre derrota al PRI: la fractura interna".

Así lo consideró el analista de la Universidad Nacional (UNAM), Jorge Márquez. Para el doctor en ciencia política, se acaba de desatar un nuevo round entre los "tecnócratas" (representados por el Gabinete y aliados a Peña Nieto) y la "vieja guardia" del PRI (encabezados por Manlio Fabio Beltrones y los dirigentes de corte más tradicional). 

Luis Videgaray, ex secretario de Hacienda.

Cuartoscuro

"Sus prioridades son muy distintas: el gabinete está pensando en las presidenciales, y la vieja guardia piensa en mantener el mayor control territorial posible, ante unas elecciones presidenciales que ya parecen perdidas", opinó Márquez, en diálogo con La Política Online.

Y aunque el Estado de México es la “joya de la corona”, para el politólogo de la UAM, Eduardo Bustos, el abandono y la renuncia a la pelea por otros estados -como Coahuila, Nayarit, o los municipios de Veracruz- es un traspié político de magnitud.

Muchos gobernadores han sido perseguidos y formaban parte del selecto equipo de tecnócratas. Muchos se deben ver con posibilidades de quedar también desamparados. Y ahí es donde Manlio Fabio tiene margen de acción.

“Es un error territorial e incluso geopolítico, por el fracking", explica Bustos, politólogo de la Metropolitana. LPO ya había revelado el malestar de un sector priista frente a la desatención que Los Pinos le ha dando a las entidades más chicas. ¿El riesgo de concentrar toda la fuerza en Edomex? Perder presencia en la frontera norte, la cual se suma así al derrotero de las principales aduanas.

Eso explicaría que varios gobernadores se estén acercando cada vez más al sector más tradicional del PRI, pensando en la supervivencia local y cada vez menos en la lucha por la presidencia en 2018.

“Beltrones es esa figura que garantiza a los gobernadores y a los legisladores condiciones para gobernar sus entidades. Porque en general los gobernadores siempre tienen una mirada local. Mientras que Videgaray está cegado por la elección de 2018. Incluso hasta presumió que a Trump no le gusta Osorio Chong, porque no es una persona confiable”, asegura el politólogo Jorge Márquez Muñoz.

Claudia Pavlovich, gobernadora de Sonora.

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"Muchos de ellos han sido derrotados y ahora son perseguidos, cuando formaban parte del selecto equipo de tecnócratas (el Nuevo PRI). El resto debe verse con posibilidades de quedar también desamparados. Y ahí es donde Manlio Fabio tiene margen de acción", agregó el analista de la UNAM.

Y finalmente, el unamita vaticinó: “No creo que Beltrones se lance a una elección presidencial con 80% de probabilidades de ser derrotado, por eso Videgaray está tan alzado, la competencia no la decidirá el PRI, sino la presidencia misma. Pero esto ha dotado a Beltrones de un poder al interior que sólo Ochoa Reza detiene, no por mucho tiempo. Veremos quién más se suma abiertamente a su grupo”, indicó Márquez Muñoz.

Eruviel Ávila

Para el doctor Eduardo Bustos, el gobernador Eruviel Ávila está demasiado cerca de la presidencia pero demasiado lejos del grupo Atlacomulco como para unirse a Beltrones, así como así, pero tampoco quiere hundirse como Javier Duarte o Roberto Borge.

"Lo que hacen los gobernadores ahora es, primero, garantizar que dejarán a su sucesor y, más tarde, elegir a ese sucesor. Esto significa para Eruviel una garantía de impunidad, pero también el fiel de la balanza en la interna. Si Eruviel se une a Beltrones, muchos en el PRI no dudarán más en abandonar al gabinete", advirtió Jorge Márquez.