Después de la victoria de Donald Trump, el Gabinete de Enrique Peña Nieto se sumergió en un profundo debate sobre la estrategia que debía tomar el gobierno para enfrentar a una administración con altas posibilidades de convertirse en un vecino hostil. Todavía no parece haber una resolución clara.

Como ya explicó La Política Online, Luis Videgaray propuso realizar un nuevo encuentro con el presidente electo antes de que este asuma. Empuja esta idea desde las principales plumas de los grandes diarios, en donde se instaló la idea de que su regreso era inminente, esta vez a la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Otro sector del gobierno -que incluye a Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu e Ildefonso Guajardo- cree que lo mejor es esperar a que se termine de confirmar a todo el gabinete de Trump y, una vez que tome protesta, ahí organizar un encuentro con carácter de visita de estado.

En ese marco de debate es que el gabinete recibió otro revés: la cancelación de la inversión de 1,600 millones de dólares que ya habían confirmado los directivos de Ford en el mes de abril de 2016, en un acto que incluso contó con la presencia de Enrique Peña Nieto.

Pero la aparente victoria política de Trump, que frena otra vez una inversión -ya había sucedido con la empresa de aire acondicionado Carrier- no fue interpretada por todo de la misma forma. El titular de Economía Ildefonso Guajardo sugirió en cambio que la decisión de Ford tiene un trasfondo comercial, y que sólo por eso aprovechó para enviar un gesto hacia la futura administración republicana.

La decisión de Ford se debe a que la demanda de los vehículos ligeros ha caído y lo que ha crecido es la demanda de camionetas. Es un reflejo del abaratamiento de los combustibles

"Ford había hecho un anuncio dentro de la misma entidad hace 8 meses. Estaba fundamentado en traer la producción de autos ligeros hacia San Luis Potosí. Lo que ha pasado en estos ochos meses con el reajuste del precio del petróleo es que la demanda de esos vehículos ligeros ha caído y lo que ha crecido es la demanda de los SUV, que son camionetas familiares y pick ups", fue la explicación de Guajardo.

Y agregó: "Eso es un reflejo del abaratamiento de los combustibles. Esto, adicionalmente a un poco la circunstancia específica dentro de la campaña de Trump pues tomaron una determinación que lamentamos muchísimo. Se llevan la producción de vehículos eléctricos a una planta en Michigan y la parte de vehículos de gasolina Ford Focus se lo están llevando a Hermosillo, Sonora".

Enrique Peña Nieto, junto a Joseph Hinrichs, presidente de Ford para las Américas.

Cuartoscuro

Para Guajardo, "una golondrina no hace un verano". En esa línea, el secretario entiende que la decisión de Carrier tiene que ver con la fuerte dependencia que tiene esta empresa con el gobierno de los Estados Unidos, uno de sus principales clientes.

Y ahora, en el caso de Ford, la decisión se explicaría en la caída de demanda por tipo de vehículos. Más de un analista considera, sin embargo, que el peor error del gobierno sería minimizar el potencial daño.

"No hay que esperar. Cuanto más rápido puedas construir la relación, mejor. No tienes que esperar a que entren en funciones. Esperar no es la solución. Hay que empezar ya a platicar con contrapartes. El gobierno mexicano debe empezar a negociar con los equipos de Trump. Guajardo debe conocer cuanto antes a Ross", le dijo a LPO el potencial embajador de Trump en México, Larry Rubin.