Tiempo atrás Alfonso de Angoitia decidió quedarse a vivir de modo permanente en Nuevo York. Viaja a México seguido pero su base está en la Gran Manzana. El ejecutivo más influyente de Televisa tiene un plan que consiste en que el conglomerado sea el primer medio mexicano en jugar de lleno en ese negocio en EU y que sea rápido: no más de 18 meses. En ese tiempo espera controlar Univisión, o al menos así lo ha dicho a sus allegados.

Abogado de profesión, del círculo primario de Emilio Azcárraga es quizás el más convencido de que el futuro de Televisa está al otro lado de la frontera concretamente en dos rubros: el deporte y las plataforma On the Top. Quiere que Blim entre con fuerza en el mercado hispano ofreciendo contenido en ingles y español. También es quien más le insiste a Azcárraga con la venta del corporativo de la empresa en Santa Fe. En un momento hubo un rumor de que lo podría comprar Higa pero ahora el dato más reciente es que buscarían venderle el edificio a una fibra.

Desde que la autoridad estadounidense confirmó la operación, la acción de Televisa repuntó fuerte en la BMV. 7.57 los dos primeros días tras el anuncio. Actualmente Univisión paga regalías por cerca de 350 millones de dólares anuales y Televisa le ofrece el 35% de su programación.

La clave del negocio: que Televisa podría adquirir Univisión Holdings en su totalidad ya no con los precios actuales sino con los del 2010 que fue cuando se hizo el primer acuerdo de intercambio accionario. El mercado hispano en EU es de 56 millones de personas y a nivel publicitario su valor asciende a los 1.3 billones de dólares. 

De Angoitia no está satisfecho solo por el hecho de controlar casi la mitad de Univisón, la cadena en español más importante de EU. Cuenta a quien quiera escuchar que para que se autorice la compra fue preciso unlargo reporte sobre las actividades y el patrimonio de Azcárraga, José Baston, Bernardo Gómez y él mismo que corrió por cuenta del FBI. Una medalla para quienes suelen ser acusados - la última vez por The Wall Street Journal -de manejar grandes cantidades de dinero negro de la política mexicana.

Univisión será la oportunidad de Televisa de ingresar a un mercado con una economía más estable, con nula injerencia de los poderes políticos y con la posibilidad de obtener un know-how en materia de plataformas de internet (bilingue) que la empresa en México no se ha preocupado por desarrollar. Al mismo tiempo EU le da más aire al negocio de las telenovelas que mientras en México ya es declinante, al otro de la frontera todavía mantiene buenos margenes de audiencia tanto en Univisión como en su rival Telemundo.

El factor interno también es clave. Un eventual triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018, como auguran todos los sondeos,  va a reconfigurar el negocio de los medios en el país y a Televisa no le va a ser fácil reacomodarse, especialmente si sus noticieros siguen en caída en cuanto al raiting. La respuesta está en el exterior: así ya lo entendió Azteca que sigue invirtiendo en telecomunicaciones en Colombia y Perú. 

El plazo de 18 meses puede sonar un tanto audaz pero lo cierto es que Univisión es controlada por Haim Saban, empresario musulmán muy comprometido con el matrimonio Clinton, una dinastía de la política estadounidense que esta llegando a su fin. Para colmo el Univisión como cadena está profundamente enfrentada a Trump. Así como el magnate doblegó a Ford y a Carrier, Saban podría tener turbulencias en los próximos meses. Además Televisa tiene un contacto que no se puede despreciar y que es el mismo que tiene el Luis Videgaray: Jared Kushner.