La secretaria general del PRI en Veracruz, Regina Vázquez Saut, denunció ayer que el presidente nacional Enrique Ochoa Reza y la delegada nacional, Lorena Martínez, “faltan el respeto” a la militancia priista de Veracruz, porque al conocer la renuncia de Amadeo Flores Villalba, ex líder estatal priista removido del cargo por el Tribunal Electoral, ninguno tuvo el “decoro” de notificarlos.
“No nos han notificado de manera oficial la renuncia de Amadeo. Es más, nadie me ha dicho si me voy o me quedo [de la secretaría general]. Con este abandono a la militancia veracruzana por parte del CEN corremos el riesgo de que el PRI en Veracruz, en un futuro cercano, se convierta en un partido satélite, como sucedió en Chiapas”, dijo Vázquez Saut.
Asimismo, la secretaria del PRI veracruzano afirmó que su partido está acéfalo, y con el inminente riesgo de que su instituto se reduzca hasta desaparecer, a menos de seis meses de los comicios donde se renovaran 212 municipios veracruzanos, y en donde por primera vez el tricolor ya no tiene el control de la gubernatura.
“Hoy hago un llamado a la dirigencia nacional: es tiempo de renovarnos o morir [...]. Sin embargo, las formas del CEN del PRI dejan mucho que desear. [...] Necesitamos un cambio de fondo, y con esta postura del PRI nacional de no notificarnos nada, como en las diligencias del pasado, se manda un mal mensaje a la militancia veracruzana. No avisaron a diputados locales, ni federales, ni a mí que soy la secretaria general del partido me dijeron nada”, espetó la también diputada local Vázquez Saut.
Por su parte, la diputada federal tricolor Martha Tamayo apostilló de la siguiente manera la situación de su partido a nivel nacional: "Hay mucha gente que aprovecha el gasolinazo y lleva el agua a su molino, en mi partido y en todos los demás", así lo dijo a LPO la sinaloense, entre otras cosas, figura cercana a César Camacho.
El dilema es que Enrique Ochoa Reza parece estar ahí por, para y cuando quiera el presidente, mientras que el presidente no está para nadie que no sea él mismo. La célebre disciplina partidista se ha roto tras cinco años de brutales tropiezos del gobierno federal y "triunfos" quemados por la corrupción descomunal.
La ex gobernadora Ivonne Ortega
Esto ocurre luego de las airados reclamos de los gobernadores priistas Claudia Pavlovich (Sonora) y Aristóteles Sandoval (Jalisco) por el gasolinazo, y principalmente del senador priista Patricio Martínez García, quien con motivo del alza pidió que se actúe “sin entreguismos, porque el partido está hecho para proyectos nacionales, no de grupos, por ilustrados que se digan".
Además, se lanzó contra el gobierno de Enrique Peña Nieto al reprobarle que la suya sea "una administración ineficiente, costosa, abultada, lejana a la austeridad, y que nos vengan a ofender con sus decisiones de doctos, diciéndonos que el partido y sus gobiernos han sido unos ignorantes", ironizó el también ex gobernador de Chihuahua en la misiva del pasado 2 de enero, dirigida a Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del PRI.
Ayer, la ex gobernadora priista de Yucatán, Ivonne Ortega (hoy diputada federal), reconoció que su partido se ha divido con la propuesta del alza de las gasolinas, porque la liberalización de la gasolina no fue un procedimiento suficientemente evaluado. Y como "nosotros sí estamos en la calle", no como el gobierno federal, vemos y sentimos el malestar (o mal humor social, parafraseando al presidente) que ha generado está medida.
“En el PRI hay muchas visiones. La mía es una. Hay otros que han sacado documentos, cartas, comentarios en café, dichos en corto. La propia postura del presidente de nuestro partido; la propia postura de nuestro coordinador de bancada.
"Hoy cuando tú dices es el PRI... bueno, es más bien la decisión que está tomando el gobierno [federal], respalda por el dirigente de nuestro partido.
"Estamos -gente como yo- dando opiniones diferentes en las que creemos que se deben tomar, porque nosotros sí estamos en la calle, nosotros sí estamos escuchando lo que las personas nos están diciendo y la gente está verdaderamente enojada con esta condición, porque le pega adonde no le puedes pegar, que es al bolsillo”, advirtió ayer Ortega Pacheco a El Universal.
Reducir el IEPS
Pese a la negativa generaliza en la mayoría de las dependencias federales por reducir el impuesto a las gasolinas y al diésel (IEPS), como medida de emergencia para reducir el repentino costo del combustible, la diputada priista opinó lo contrario e incluso planteó la posibilidad de eliminarlo por completo, y así lo manifestó.
"Si nosotros revisamos el precio, la estructura del precio de la gasolina, podemos revisar que pagamos dos impuestos, por lo menos revisemos la posibilidad de uno, del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para que, si disminuimos por lo menos 50% el IEPS o lo quitamos, buscamos en otras áreas que hoy están siendo beneficiadas, como el turismo o la minería. [...] Todo es revisable: gastos en eventos públicos, en ceremonias, en traslados aéreos y terrestres, en el gasto del combustible, cosas que puedan impactar lo menos posible a los mexicanos”, dijo Ivonne Ortega.
Esto lo declaró ayer a El Universal en un entrevista a propósito de su destape a la candidatura presidencial de 2018, donde -entre otras cosas- reconoció que hoy “es difícil ser priísta", aunque justificó los terribles casos de corrupción de ex gobernadores del tricolor argumentando que el partido oficial no puede "pagar platos que no rompemos. Si hay quienes cometieron errores, que se les castigue".
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