La meca turística de Cancún sufrió este martes un grave pico de Narcoinsurgencia con al menos cuatro ataques a balazos simultáneos, incluyendo organismos claves como la Fiscalía General y la Secretaría de Seguridad, apenas un día después de la brutal balacera en la disco Blue Parrot, donde cinco personas perdieron la vida.

Un video grabado al momento de los hechos muestra a elementos de seguridad del estado repeliendo la agresión en la Fiscalía.

La gravedad de la crisis obligó al gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, a dar un mensaje en el que anunció que en los enfrentamientos murió un policía y tres delincuentes. El mandatario reveló que se comunicó con el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, quien le confirmó que enviará tropas federales.

Las autoridades vincularon los dos episodios con un enfrentamiento entre carteles por controlar la distribución de droga en la zona. En el centro de Playa del Carmen se vieron diversas mantas atribuyéndose la masacre del Blue Parrot, presuntamente vinculadas a los Zetas.

La gravedad del desafío al Estado con el ataque a organismos de seguridad y la masacre en un local bailable recuerda las peores épocas de la guerra narco. Remiten a episodios de narcoinsurgencia como los narcobloqueos en Jalisco o la masacre del Casino Royal.

En una clara búsqueda de generar terror -lo que se conoce como "calentar la plaza"- los ataques de este martes, que comenzaron alrededor de las 4 de la tarde, incluyeron disparos en avenidas céntricas de Cancún, causando el previsible pánico entre turistas y vecinos, corridas y cierres de negocios. Los atacantes viajaban en un vehículo y varias motocicletas.

Inicialmente, las autoridades minimizaron la masacre del Blue Parrot atribuyéndola a la riña de dos personas, con los ataques de Cancún esa hipótesis se desmoronó.

Inicialmente, luego de la masacre en el Blue Parrot que conmocionó a la prensa nacional, las autoridades informaron que se trataba de un hecho aislado, un problema entre particulares; en lo que acaso haya sido un intento por minimizar el impacto sobre el turismo, ante el temor que Playa del Carmen y Cancún se vean afectadas por una ola de violencia como la que castigó a Acapulco.

Hoy esa versión "tranquilizadora" quedó sepultada bajo el impresionante despliegue de ataques en Cancún.

Se trata de la primera crisis de seguridad a la que se enfrenta el gobernador Joaquín González, quien tomó posesión apenas hace cuatro meses, sustituyendo a Roberto Borge, quien fue señalado por actos de corrupción y peculado durante su gobierno.

Quintana Roo es uno de los destinos más populares de México para ciudadanos norteamericanos, europeos y sudamericanos -en especial argentinos-  y hasta los hechos de ayer eran consideradas zonas relativamente seguras para los turistas.