No es un secreto que la interna en el PRI empieza a tomar temperatura a medida que se acercan las presidenciales y las encuestas no favorecen al Gobierno. Con un candidato lanzado, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong y dos en las gateras, el revivido Luis Videgaray y el golpeado José Antonio Meade, la pregunta es quien contará con la muñeca para conducir al PRI hacia la definición de su candidato sin que las pujas se salgan de control.

El escenario adverso que se vislumbra agudiza la dispersión, como se notó claramente durante el gasolinazo, donde importantes dirigentes y hasta gobernadores del oficialismo criticaron la medida. Impensado cuando el presidente Enrique Peña Nieto lideraba en las encuestas y era elogiado en el mundo por las reformas.

Hoy el mundo es otro y con Manlio Beltrones en un prudente segundo plano, en el PRI algunos importantes dirigentes están analizando una salida posible para evitar que se descarrile el partido en una lucha fraticida, fantasma que sobrevoló durante los recientes saqueos, en los que hubo por lo bajo, reproches cruzados.

Se suma a este escenario complejo las cada vez más visibles ambiciones de gobernadores como Eruviel Avila o la protegida de Beltrones, la mandataria de Sonora, Claudia Pavlovich. O hasta la inesperada decisión de la diputada Ivonne Ortega, la primera en lanzarse sin pedir permiso.

En ese escenario complejo, el nombre que circula por estas horas es el del experimentado coordinador de la bancada del tricolor en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, un hombre que a lo largo de las más de tres décadas que lleva en la primera línea de la política, ha sabido colocarse en posiciones claves en los momentos en que su partido debía definir la sucesión, el único problema importante del poder, como decía el español Salvador Dalí.

Este grupo cree que Gamboa Patrón seria el relevo ideal de Enrique Ochoa, que en las últimas semanas ha tenido varios cruces ásperos con la vieja guardia del PRI y algunos gobernadores. Incluso, afirmaron fuentes al tanto de las negociaciones a LPO, el propio Ochoa daría gustoso un paso al costado, para que otro se encargue de pilotear una transición que se insinúa compleja.

Aún en el caso que el PRI pierda la Presidencia, con esta jugada y un posterior regreso al Senado, Gamboa Patrón quedaría como uno de los grandes articuladores de la política mexicana frente a un gobierno que por más que gane, difícilmente tenga mayoría propia, agregaron las fuentes.