Los fondos del impuesto a los casinos que se busca implementar en Nuevo León están etiquetados para gastos en seguridad de los municipios. Eso explica que entre jueves y viernes diversos alcaldes de la zona metropolitana llamaron a Jaime Rodríguez Calderón para reclamarle que no de marcha atrás en ese gravamen. 

Según dicen en la oficina del gobernador Abel Guerra (en representación de Clara Luz Flores de Escobedo) y Oscar Cantú de Apodaca fueron enfáticos en que el Bronco confirme, como hizo, el impuesto a los casinos. Una negociación que demuestra la distancia que existe entre los alcaldes y el Congreso, donde los diputados del PRI hicieron propuestas para atenuar el impuesto. Cantú habría sido en exceso descriptivo sobre la vinculación entre algunos diputados y grupos casineros.

En la bancada del PRI el tema fue problemático porque una vez más el diputado Héctor García envió señales de rebelión al coordinador de la bancada Marco González.

La situación demuestra también como crece la influencia de Guerra - ex titular del PRI en el estado - sobre el Bronco. Además del tema casinos, el ex alcalde operó para que los ediles del PRI adopten medidas de austeridad a la par que el ejecutivo estatal. Guerra trae además dos temas que podrían ofrecer resultados en febrero: la salida de Ismael Flores de la CTM - movimiento en el cual el Bronco lo apoya -, y la avanzada judicial contra Rodrigo Medina, que aparece revitalizada y que podría explica la distancia que le mostró el presidente Enrique Peña al Bronco en su último paso por Monterrey. Guerra plantea una ecuación concreta: Nedina encarcelada es la única chance de que el PRI tenga oportunidad electoral en el Estado.

La confirmación del impuesto a casinos hacia adentro del gabinete es un punto para Fernando Elizondo que operó la cuestión en el Congreso estatal a través de la bancada de Movimiento Ciudadano. El coordinador del Ejecutivo venía de ver como se cayó la principal bandera que defendía el tesorero Carlos Garza que es un hombre de su confianza: el impuesto a la tenencia, que no sobrevivió a los desmanes que tuvieron lugar en el Estado días atrás por el gasolinazo.