Las órdenes ejecutivas permiten al presidente de los Estados Unidos impulsar puntos de su agenda sin pasar por el Congreso. Desde George Washington los presidentes norteamericanos han utilizado estos documentos para marcar su impronta.

Por supuesto no son todopoderosas, pero han existido algunas que cambiaron la historia de la nación norteamericana. La orden ejecutiva 7034, por ejemplo, signada por Franklin Roosevelt en 1935 cuando la gran depresión azotaba a Estados Unidos, reactivó la economía y dio empleo a ocho millones de personas, en lo que se conoció como el New Deal.

También es famosa la número 10925, de John F. Kennedy, que instaba a las empresas y organizaciones a tratar con igualdad a todas las personas sin importar su raza, credo, género o nacionalidad, en uno de los pasos más firmes dado por un presidente en favor de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos.

Desde su primer día en la oficina oval Donald Trump firmó tres órdenes ejecutivas para empezar a dar forma a las prioridades de su administración, pero la primera que lanzó contra el Obamacare, no pasó del plano simbólico. 

En noviembre de 2014 el presidente Barack Obama dirigió un mensaje en el que anunció la orden ejecutiva que frenaría la deportación de millones de inmigrantes indocumentados. Con el Congreso en contra y sin el poder para impulsar una reforma migratoria, Obama utilizó este modelo para proteger a padres de familia y a los llamados dreamers, indocumentados jóvenes que arribaron a Estados Unidos cuando eran niños, que en muchos casos ni siquiera hablan español. A grandes rasgos Obama ordenó a las agencias federales quitar prioridad a las detenciones de indocumentados y concentrarse en otras tareas de seguridad. 

Irónicamente y debido a una política de deportación contra indocumentados con historiales criminales que aplicó al principio de su administración, Obama se despidió como el presidente que más personas ha deportado en la historia.

Desde su primer día en la oficina oval Donald Trump firmó tres órdenes ejecutivas para empezar a dar forma a las prioridades de su administración. Sin embargo, la primera que firmó fue más bien simbólica. Dirigida a atacar el Obamacare, la orden ejecutiva insta a las organizaciones federales a no sancionar, “dentro de lo que la ley les permita”, a los que caigan en incumplimiento del Obamacare. Es un acto simbólico porque no echa atrás la ley en sí misma; acto que tendrá que hacer a través del Congreso, y que difícilmente podrá lograr sin una alternativa al modelo aprobado durante la administración pasada.

La Política Online habló con Oscar Sarabia, internacionalista por el Iteso y delegado de Naciones Unidas, quien opinó que Trump no sólo está cumpliendo sus promesas de campaña; la forma en que lo está haciendo es un mensaje en sí mismo:

"El modo en que lo está haciendo tiene mas fondo. Las órdenes ejecutivas son un coto de poder que creo no le agrada mucho al pueblo estadounidenses; y no son muy bien vistas".

Otra de las órdenes ejecutivas de Trump terminó por matar al Acuerdo Transpacífico (TTP) que llevaba meses muerto en vida, sobre todo después de que tanto Clinton, como Sanders y Trump prometieron no firmarlo. Trump también revivió la llamada “Política de la Ciudad de México”, que fue creada en la administración de Ronald Reagan y se supone que prohíbe entregar fondos federales a ONGs que practiquen o promuevan el uso del aborto.

"Sí existen otra maneras", explicó el especialista, "los republicanos controlan el Congreso, las ordenes hubieran podido ser ratificadas por las Cámaras. Lo que busca Trump es hacer hincapié en la fuerza que tiene el presidente y su autonomía".

Las órdenes ejecutivas de Trump han expuesto la división que existe actualmente en el pueblo de los Estados Unidos: "por un lado su electorado, que debe estar contento con que Trump cumpla de manera inmediata; por otro lado los demócratas que cada vez están mas preocupados por lo que esta pasando" 

El mensaje es claro: Trump hablaba en serio. "En la campaña decíamos lo que dice a lo que hace puede variar, pero ahora lo que prometió lo esta cumpliendo", dijo. Sarabia Herrería explicó también que la ruta democrática habría desgastado al presidente, y arriesgarse a un bloqueo por parte de los demócratas. "Políticamente hizo lo correcto", opinó.

Las dos órdenes ejecutivas más severas de Trump llegaron hasta el día de hoy. Durante una conferencia en el auditorio de la agencia de Homeland Security, símbolo global del espionaje electrónico masivo, el presidente Donald J. Trump anunció dos órdenes ejecutivas que revertirán lo poco que se avanzó en materia migratoria durante la administración anterior. 

Las órdenes de Trump ponen en marcha la construcción del muro en la frontera con México y arrancan una nueva era de cero tolerancia para con los indocumentados en Estados Unidos. Trump informó que había autorizado la contratación de 5 mil nuevos agentes para la guardia fronteriza ICE (Fuerza de Inmigración y Aduanas, por sus siglas en inglés), lo que en los hechos triplica su personal. 

Las órdenes también instan a los países a recibir y transportar de regreso a sus ciudadanos detenidos por actos criminales en territorio estadounidense; y amenazan con cortar fondos federales para las llamadas ciudades santuario, como San Francisco, Austin y Nueva York, demarcaciones que protegen a los indocumentados.