Andrés Manuel López Obrador solicitó ayer al presidente Enrique Peña Nieto demandar ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) a su homólogo norteamericano, Donald Trump, por “la majadería y el agravio” que significa la orden ejecutiva que firmó para construir un muro a lo largo de la frontera entre ambos países.
“Ante la majadería y el agravio que significó el acuerdo firmado hace un momento por el presidente Trump sobre la construcción del muro a lo largo de nuestra frontera y de perseguir a migrantes en ese país, le sugiero, de manera respetuosa, que el gobierno de México presente una demanda ante la Organización de Naciones Unidas contra el gobierno de Estados Unidos por la violación de derechos humanos y por discriminación racial”, advirtió el dos veces candidato presidencial.
Hoy, en plena campaña en el Estado de México y ante el anuncio de la cancelación del encuentro entre ambos mandatarios, López Obrador ratificó su propuesta de denuncia a la nación del norte “por violación de derechos humanos y por discriminación racial”.
Para el internacionalista y experto en comercio de México con América Latina, Alonso Pineda, la propuesta de López Obrador no es descabellada, pues de entrada no tendría que esperar al presidente, sino que el Senado de la República podría emitir una exhortación para que esto inicie y se agilice.
“Los senadores pueden exhortar al Ejecutivo Federal para que éste realice un procedimiento ante la ONU, no necesariamente por violación a los derechos humanos o discriminación racial. Más bien, la demanda podría fundarse a partir de que la construcción de un muro es un acto de hostilidad que vulnera la libertad de mercado y de tránsito, aludiendo principalmente al principio de no-agresión (NAP, por sus siglas en inglés) ”, advirtió el internacionalista de la UNAM.
La doctora en ciencia política por la Universidad de Yale, Luz María de la Mora, concuerda con Pineda espinosa. De ahí que el presidente republicano realice actos de hostilidad contra nuestro país, por lo que en su opinión “estamos en medio de una guerra comercial”, aunque quizá la ONU no sea precisamente el organismo a quien debe apelarse de inicio, sino a la OMC o al GATT.
“El presidente Peña ha sido muy inteligente en no contestar con violencia las agresiones de Donald Trump, porque muy bien podemos asegurar que estamos en medio de una guerra comercial. El hecho de que su vocero [Sean Spicer] anunciara que en este gobierno habrá un impuesto del 20 % sobre todas las importaciones procedentes de México -para costear el muro que quiere construir en la frontera- sí es una declaración de guerra (comercial y cultural).
"Sin embargo, este aumento injustificado y caprichoso a los aranceles podría desahogarse a través del GATT [Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio] o incluso ante la Organización Mundial del Comercio, antes que en la ONU. Es más, puede hacerse una demanda ante el propio TLCAN por cobrar aranceles que jamás se habían pactado en el tratado comercial", inquirió la también profesora del CIDE.
Muro de Berlín
Sobre el pago de los 12 mil millones de dólares que estimó el Congreso de Estados Unidos será el costo de la construcción del muro, Horacio Vives, doctor en ciencia política por la Universidad de Belgrano, Argentina, opinó que ambos países terminaremos pagando por las obras que levantarán esta muralla de 12 metros de alto.
"Bebo dejar claro que no estamos ante la construcción sino ante la ampliación del muro que ya existe. Segundo, ante un mentiroso, intolerante y con posiciones maximalistas como Trump, ambos países desembolsaremos por las obras. Por ejemplo, ya se ordenó reducir el dinero de la subvención federal de los estados y ciudades santuarios, a menudo gobernados por los demócratas, que albergan a los inmigrantes ilegales, además de retirar inversiones o empleos. Eso va a decir Trump: cierto, lo pagamos aquí, pero con dinero que quitamos a los mexicanos.
"Y finalmente, la importación de mercancías de México a Estados Unidos elevará el precio de los productos, el cual será pagado por los consumidores norteamericanos. Es imposible que México financie esa construcción, aunque -de algún modo, por los vínculos naturales entre ambas naciones, e incluso a través fondos revolventes- los dos pagaremos por estas medidas absurdas", inquirió el también profesor de la ITAM.
Por último, el politólogo recordó la trágica experiencia del Muro de Berlín, la cual no terminó bien y sentó un precedente que ahora pocos invocan o atinan siquiera a respetar.
"Un día cualquiera, como hoy con el muro de Trump, comenzó la construcción del muro de Berlín. Debemos aprender de la historia y, si somos consecuentes, hacer memoria histórica. Dos países de esta magnitud, con vínculos ancestrales y tradiciones compartidas, no deben revivir lo que tan amargamente sufrió Europa", advirtió el doctor Vives Segl.
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