Se leía en el "malhumor social" y ahora se confirmó con cifras oficiales: las dificultades del Gobierno para consolidar un robusto crecimiento económico, señalan que este año el avance del PIB quedaría por debajo del 2%. 

Más allá de su impacto sobre el déficit y la deuda, quizás el costado más lacerante de esta pobre performance es la dificultad que plantea para bajar los todavía altísimos niveles de pobreza de México. Un dato habla a las claras de la gravedad de la situación: Todavía no hay ninguna medición oficial sobre en que nivel terminó la pobreza en el 2016, los últimos datos conocidos son del 2015. Si hubiera algo para festejar de seguro ya se conocerían.

El pasado 30 de enero el Gobierno publicó el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social de la Sedesol, pero la dependencia que comanda Luis Miranda, limitó la entrega de información al índice de Tendencia Laboral de la pobreza, que refleja la situación de aquellos que aún teniendo empleo son pobres. En ese sector muy recortado, Miranda festejó una caída de la pobreza del 4.95% frente al 2014.

Otro referente consultado por La Política Online es el Índice de Pobreza Laboral que realiza la organización México ¿Cómo Vamos?. Sus resultados son menos alentadores y afirman que al tercer trimestre del año pasado, el 40% de la población no podía acceder a la canasta básica. Una cifra aplastante que indica que alrededor de 50 millones de mexicanos todavía son pobres.

El ingreso está en crecimiento, pero en realidad es un rebote tras la enorme caída que se inició en 2012. En rigor estamos estancados.

Este índice representa el 50% de los componentes que considera el Coneval para la medición de pobreza. La otra mitad tiene que ver con las carencias sociales. En diálogo con LPO, expertos afirmaron que en un recuento del sexenio no se logra ver un gran avance en el combate contra la pobreza.

El director de Desarrollo Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, Rodolfo de la Torre, resaltó que el ingreso laboral efectivamente está a la alza, pero subrayó que en realidad se trata de un rebote, tras una caída que se vio desde el 2012 y que se empezó a revertir desde 2014.

“Pero es una alza menor, sin llegar a los máximos niveles que mostró el 2012 que era un ingreso de alrededor de 1,750 pesos mensuales por persona. En realidad lo que vemos es que estamos estancados”, explicó.

Luis Miranda, titular de la Sedesol. 

Cuartoscuro

Y si acaso el gobierno lograra demostrar aunque fuera un ligero avance en 2016, este año será un franco reto: los expertos aseveran que será difícil que pueda compensar lo perdido desde 2012.

Ya mucho se ha dicho del difícil panorama económico para el 2017 y en ese marco preocupa también el tema inflacionario. Valeria Moy, directora de México ¿Cómo Vamos?, apuntó que hasta cierto punto un factor que había logrado contener la pobreza en estos últimos años era la baja inflación.

Sin embargo, ya nadie cree que este año se logre ubicar dentro del objetivo del Banxico. Inclusive, en la última encuesta entre analistas del sector privado la ubicaban por arriba del 5% para el cierre del año.

Ello presionará aún más a los ingresos de las familias, en un escenario en el que Moy también afirma que no se ve un buen panorama en creación de pobreza frente a la dinámica negativa para la economía azteca que genera la presidencia de Trump.

Justo en esa línea, el Doctor de la Torre, suma la preocupación ante las medidas antimigratorias de Trump, pues el retorno de mexicanos de Estados Unidos implicaría mayores presiones para la oferta laboral y pérdida de remesas y más gastos para el gobierno pues prometió un apoyo a aquellos que fueran deportados.