Ya inició la consulta interna para conocer cuál es la mejor vía para renegociar el TLCAN, un proceso que durará 90 días y preparará al gobierno para enfrentar al duro equipo de Donal Trump. También se pidió a gobernadores y alcaldes que empiecen a cabildear con sus contrapartes en los Estados Unidos. La maquinaria de la negociación empezó.

Sin embargo, empresarios, diplomáticos y especialistas en relaciones internacionales empiezan a cuestionar el tiempo que se tomó el Gabinete de Peña Nieto en reaccionar y comenzar el lobby. Muchos señalan que este proceso debió arrancar a todos vapor en noviembre, tras la victoria de Trump.

¿Acaso el gobierno mexicano minimizó las advertencias que había lanzado el republicano? La postura oficial fue que se debía esperar la asunción para conocer a los equipos. Se instaló la idea de que esas promesas de campaña serían dejadas al margen una vez que ingresara a la Casa Blanca. Se apostó también por la relación de Luis Videgaray con Jared Kushner.

Pero los roces escalaron y ahora el Gobierno busca nuevas vías de negociación: todos los días anuncia nuevas conversaciones para implementar o extender tratados comerciales con otros país, en un claro mensaje de búsqueda de nuevos socios.

Personajes como Larry Rubin, representante del Partido Republicano –y potencial embajador de Trump en DF- ya le había advertido meses atrás a LPO que Peña Nieto no debía esperar más para iniciar las charlas, e incluso pidió que Ildefonso Guajardo visita en ese momento a Wilbur Ross, aunque todavía no había ingresado en funciones.

Está reaccionando lento. Ya debería tener un estudio a profundidad del TLCAN y los efectos que tendría en la industria la renegociación del acuerdo.

El internacionalista de la UNAM, el Doctor Ignacio Martínez Cortés, opinó en diálogo con este medio que el gobierno tuvo margen de maniobra que no aprovechó: “Está reaccionando lento, y además está actuando y ocupándose muy poco. Ya debería tener un estudio a profundidad del TLCAN y los efectos que podría tener en la industria una renegociación del acuerdo”.

Según Martínez Cortés, tendría que haberse iniciado esta negociación desde hace medio año. “Ahora ya lo está haciendo sobre las rodillas”, criticó fuertemente.

La internacionalista del CIDE, Luz María De la Mora, apoya en cambio la ruta que se trazó: “¿Para qué adelantarse? Ellos fueron los que dijeron que quieren negociarlo, ellos son los que tienen que estar analizándolo y ni siquiera han empezado. El gobierno hace bien en esperar y ver qué es lo que realmente quieren”.

A pesar de ese respaldo, no deja de sacar una crítica: “Ya hay que sacar la retórica y empezar a hablar de realidades y números concretos”.

Cuartoscuro

Los puntos calientes

Lo cierto es que siempre ha habido pistas sobre los intereses de Trump. Hoy en día se sabe que hay dos temas que le interesan respecto a esta renegociación: Reglas de Origen y el de Solución de Controversia.

Reglas de Origen y el de Solución de Controversia son los dos temas que más le interesan a Trump. Irá por ellos de la forma más agresiva.

El primero punto es el que refiere a la determinación del origen de un producto, que determina beneficios arancelarios a la mercadería que se origina dentro de América del Norte. ¿Por qué le preocupa a Trump? El republicano cree que es mucha la mercadería que llega de China y otras partes del mundo y consigue denominación de originen en México.

Por eso la intención de Trump es endurecer al máximo estas reglas. De la Mora señala que lo que hay que hacerle entender al gobierno estadounidense es que también resultará contraproducente para su país.

La Solución de Controversia establece, entre otras cosas, las cuotas compensatorias para los productos, pero Trump busca modificar la metodología jurídica. “Lo que el presidente estadounidense ve es que muchas veces son arbitrarias”, dice la especialista del CIDE.

Para el internacionalista de la UNAM, el interés de Trump en este punto es que pueda tener mayor presencia la parte estadounidense dentro del arbitraje del TLCAN, que está compuesto de manera equilibrada por los tres países que lo integran.

“Ambas renegociaciones requieren un conocimiento profundo de las necesidades de los tres países, de su industria, productos y necesidades. Si México no había iniciado esta exploración antes, quizá el tiempo le vendrá corto”, coinciden los especialistas.