Hace una semana, el 26 enero, durante la visita a Hidalgo del director general de Pemex, José Antonio González, el gobernador Omar Fayad Meneses lo urgió a desarrollar e implementar una “estrategia de seguridad” para combatir el robo de combustible en la entidad, popularmente conocido como “ordeña”.

“Pemex enfrenta un momento importante en su historia que es competir como empresa, por lo que entre mejor preparados, más competitivos”, dijo Omar Fayad, quien propuso para la región Tula un proyecto de videovigilancia, el cual incluiría “colocar cámaras en las áreas donde se ubican ductos de Pemex”.

Al evento asistió el senador Carlos Romero Deschamps, secretario general del Sindicato Petrolero, a quien ya llegó el oficio donde se detallan los cambios que sufrirá Pemex en los próximos meses, con lo que al fin se iniciará el proceso de modernización de la paraestatal. Esto incluirá medidas de claridad y transparencia en todos los niveles (contratos, nóminas y balance general de toda la estructura), además de recortar las contrataciones innecesarias, frente a la crisis financiera de la empresa mexicana.

Como resultado de la Reforma Enérgica y las leyes secundarias en materia de hidrocarburos, Pemex dejará de estar en la opacidad, por la que los legisladores en ambas cámaras promovieron medidas de limpieza y austeridad en el sindicato, las cuales deberán surtir efecto este año, tras la liberalización de los precios de la gasolina.

Deschamps

Es un secreto a voces que altos funcionarios de la paraestatal deben estar involucrados para que miles de millones de pesos sean robados al año sólo en “ordeña”, de forma cada vez más incontrolable, sin que hasta ahora ninguna autoridad importante en el sindicato sea señalada. No, hasta hace unos días, cuando el periodista Carlos Loret de Mola escribió lo siguiente:

En el texto “El sindicato de Pemex, sospechoso del caos", en la que lanzó la "hipótesis de que la mafia comandada por Carlos Romero Deschamps, priísta líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana desde hace 21 años, podría estar también detrás del desabasto de gasolina y los saqueos por el gasolinazo. El añejo dirigente petrolero respondió con un desplegado en mi contra negando los hechos. Pero con ese desplante, motivó a que me llegaran cartas, documentos, testimonios ratificando mi sospecha… dentro de Pemex es secreto a voces que el sindicato tiene que ver en el robo de combustible”, escribió hoy el periodista en El Universal.

En el texto titulado “En Pemex también sospechan que el sindicato roba combustible”, Loret de Mola apunta que “el control de los gasoductos y oleoductos en todo el país recae no sólo en su líder, sino también en el presidente del Consejo General de Vigilancia, Ricardo Aldana Prieto, jefe de la sección sindical 40 con sede en la Ciudad de México, así como en los dirigentes de las secciones número 24 de Salamanca y Celaya, Guanajuato, Fernando Pacheco Martínez, y número 15 en Venta de Carpio, Estado de México, Manuel Limón Hernández”.

De acuerdo con información a la que tuvo acceso el periodista, el líder petrolero frenó hace unos años la compra de equipo tecnológico de última generación que iba a permitir monitorear el 95% de los poliductos y oleoductos, y en cambio “terminó respaldando un sistema que sólo observa el 18% de todos los ductos de Pemex”.

“Romero Deschamps opera a sus anchas en Pemex. Es el verdadero dueño del negocio de las pipas que transportan hidrocarburos en el país y con esa llave le basta para dominar también al gremio de los gasolineros”, concluye el artículo de hoy del periodista de Televisa.