Un buen número de empresarios, economistas y académicos consideran que el huracán Trump puede ser una oportunidad histórica para enfocarse en el mercado interno. Así lo planteó uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim. 

"No hemos atendido el mercado interno en 30 años", planteó el magnate, quien además explicó que se necesita una inversión anual de alrededor de 25,000 millones de dólares para poder crecer a los niveles que estima Hacienda de 4% o 5%. "Y de eso, la Inversión Extranjera Directa es 10% o 15%, no más".

Aunque no se lograron tasas de crecimiento tan sólidas, en los últimos años el motor del mercado interno fue clave para la expansión del a economía. Y justo ahora que el frente externo se termina de complicar con la llegada de Trump, esa turbina empieza a desacelerarse. 

Un par de ejemplos que ilustran la situación: la venta de autos creció 3% en enero de 2017, frente al 18% que había crecido en 2016. Las ventas de Wal-Mart crecieron 5.3% a valor nominal. Es decir, si se resta la inflación de 4.8%, el crecimiento real en ventas sería de sólo 0.5%. 

“En enero vimos ya una desaceleración en el consumo ante la incertidumbre por Estados Unidos. En febrero podríamos ver una ligera mejora, pero este año lo que esperamos ver es una caída. No desastrosa, pero sí sostenida”, explicó a LPO la analista de Banco Base, Gabriela Siller.

El alza de gasolinas modificó la confianza del consumidor. Hay otros elementos, como la corrupción o los créditos más caros. La gente no tiene certeza si habrá una mejora en 2017

Otro síntoma de los tiempos que corren: el índice de Confianza del Consumidor tuvo una caída anual de 25.7% durante enero. Se ubicó en 68.5%, el nivel más bajo en toda la historia de este indicador, que arrancó en el 2001. El frenazo ya se siente. 

“El alza de las gasolinas modificó mucho la confianza del consumidor. Hay otros elementos, como la corrupción o el acceso cada vez más difícil a los créditos por el alza en tasas. La gente no tiene certeza de que habrá una mejora económica en este año”, señaló por su parte Angel Olvera, investigador del Tec de Monterrey.

Entonces, ante la amenaza Trump y las incertidumbres locales, ¿cómo impulsar el mercado interno, como pide Carlos Slim?

Los analistas señalan que la respuesta está en recurrir a una "política industrial" que le permita disminuir su dependencia de Estados Unidos e impulsar a la iniciativa privada para desarrollar los sectores con mayor impacto en el crecimiento económico.

“Desde hace mucho tiempo no hay ninguna política industrial en México, que optó por alejarse de estos modelos en los ochentas. Incluso el secretario de Hacienda durante el periodo de Salinas –Jaime Serra Puche- lo dijo: la mejor política industrial es la que no existe. Entonces se ha asumido que simplemente hay que actuar de acuerdo a los mercados”, dijo el economista de la UNAM, Gregorio Vidal.

Por su parte, Olvera explicó que una política industrial refiere a los esfuerzos del gobierno para promover el crecimiento económico con base en incrementos en la productividad. “El gobierno tendría que revisar qué sectores se tienen que impulsar, qué mercados incentivar y el tipo de apoyos que requiere", agregó.

"Así, las empresas podrían absorber ciertos costos y abaratar precios al consumidor, a través de subsidios fiscales. Pero las empresas deben también generar desarrollo y no solo depender del gobierno, que muchas veces es lo que pasa. Piden apoyo pero no invierten en generar nuevas ideas y productos”, criticó.