El titular de Pemex José Antonio González Anaya ya avisó al Gobierno que en la primera mitad del año espera concretar una nueva ronda de despidos en Pemex, uno de los puntos crÃticos de la reforma energética que hasta ahora se viene posponiendo para evitar estallidos sociales y problemas internos en la empresa. Desde que se aprobó la reforma energética fueron despedidas menos de 10000 personas.
Es un momento decisivo porque ahora quedará en evidencia si valió la pena la alianza de González Anaya con el senador Carlos Romero Deschamps, jefe del sindicato petrolero. Hasta ahora lo más que logro el titular de Pemex fue que el sindicato ya no decida quien ingresa a trabajar a la compañÃa.
El punto más álgido es que los despidos irán acompañados de decenas de denuncias por robo de gasolina y complicidad en daño a la infraestructura de la empresa. Esto es algo que desde Pemex le reclamaron acelerar a la autoridad judicial ya en el mes de enero.
La relación del sindicato con Pemex viene atravezada por un caso judicial que detonó en enero cuando la Corte Suprema entendió que los dueños de gasolineras son libres de contratar el transporte del hidrocarburo que más les convenga para llevarlo a los puntos de venta sin la obligación de recurrir a Pemex, lo que rompió con el monopolio que tuvo durante años el sindicato petrolero.
Por unanimidad, los ministros avalaron el proyecto de Alberto Pérez Dayán, por lo que también, quedó sin efecto la muta que le habÃa impuesto la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) a Pemex (más de mil 300 millones de pesos) por prácticas monopólicas.
Esta sentencia venÃa siendo demorada en el máximo tribunal gracias a la intervención de Humberto Castillejos, consejero jurÃdico de la Presidencia.
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