Ricardo Monreal ya definió cuál será su estrategia hacia 2018. Desde hace varios meses empezó a trabajar con sus principales asesores para tender puentes con militantes y liderazgos sociales de la Ciudad que quieran acercarse al proyecto de López Obrador.

Hombres del PRD –sobre todo, pues sienten que el Sol Azteca ya está en franca descomposición- pero también del PAN y PRI que empiezan a sentir que AMLO puede ser presidente, pueden acercarse al proyecto sin la necesidad de realizar un salto abrupto hacia Morena.

La metodología es firmar el acuerdo de “unidad” que propone AMLO, un eufemismo para sellar alianzas con militancias de otros partidos. Una idea que ya había surgido desde el entorno de Monreal, al lanzar la Red Metropolitana de Amigos, una asociación civil que buscaba desfondar la base del PRD.

Monreal piensa que la forma de ganar la interna en la Ciudad, frente a una Claudia Sheinbaum y Martín Batres que ya se destaparon, es garantizando un base electoral más amplia. Como reveló LPO, López Obrador les pidió a sus alfiles chilangos que le aporten 3.5 millones de votos para su pelea presidencial.

Pero mientras busca ese objetivo, Monreal ya definió quién será su candidato para la sucesión en la delegación Cuauhtémoc, espacio que peleará al interior de Morena. Se trata de Néstor Núñez, diputado local e hijo de Arturo, gobernador de Tabasco.

El joven Néstor es el hombre de Monreal en la Asamblea Legislativa. El encargado de armarle una verdadera rebelión a César Cravioto, el líder de la bancada impuesto por Martí.

Néstor Núñez es además el puesto para lograr un intento de reconciliación entre AMLO y el gobernador de Tabasco. El líder de Morena lo acusó al mandatario de “traidor”, por haber sido impulsado por la popularidad de López Obrador y luego quedarse en el PRD.