En paralelo a la diplomacia que encabeza Luis Videgaray, los dos miembros del gabinete con mayor interacción con Washington son el secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos y el de la Marina, Francisco Vidal Soberón. La contraparte es el jefe del Pentagono James Mattis, un ex comandante de Estados Unidos en sus despliegues en Afganistan e Irak.
Mattis ya tuvo dos largos enlaces telefónicos con la cúpula militar. El primero con Cienfuegos y el segundo con este y Vidal Soberón. En esas llamadas quedó en evidencia una diferencia abismal entre el jefe del Pentagono y el comandante en jefe Donald Trump. Mientras este último postula principios aislacionistas, Mattis defiende la idea de sostener fuertes alianzas internacionales: una de ellas es México, o al menos asà lo dio a entender.
Mattis conoce muy bien el funcionamiento de los militares mexicanos. Más de la mitad de los oficiales de la marina recibieron formación en Estados Unidos. Del Ejército un porcentaje menor. El número clave y que Trump habrÃa conocido la semana pasada: el Petagono lleva gastados alrededor de 78 millones de dólares en estos programas desde que se inició la administración de Enrique Peña Nieto.
Bajo el rótulo de la Iniciativa Merida, esos cursos abarcan desde cuestiones elementales como prácticas humanitarias en zonas de conflicto hasta cursos de detonación de submarinos, paracaidismo nocturno e infiltración. Mattis ya habÃa señalado que no quiere interrumpir ese intercambio. Solo habrÃa exteriorizado una condición: no quiere personal de la PolicÃa Federal en estos entrenamientos. En los últimos años se han hecho varias excepciones al respecto.
En este sentido la salida de Michael Flynn de la Casa Blanca es un alivio para México. El asesor de seguridad nacional defendÃa la idea de interrumpir múltiples vÃnculos con el paÃs en esa materia. Es obvio: Flynn comulga con la doctrina de Steve Bannon que no para de asociar al mandatario mexicano con entidades delictivas en su portal Breitbart.
Los intercambios denotan además una diferencia sensible entre Mattis y John Kelly, a cargo de Seguridad Nacional. Kelly también tiene una retórica amistosa con México, la diferencia es que Kelly quiere emular el Plan Colombia, o sea, militares y bases de EU en territorio mexicano. En cambio Mattis se inclina por un esquema como el actual pero con golpes más asertivos contra el crimen organizado.
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