El sueño de la empresa Alfa de consolidarse entre las grandes dentro del sector de energía se ve frustrado ante los precios bajos del petróleo en el mercado internacional, por lo que renunció a dos de sus activos.

A través de la filial Newpek, la empresa dijo que se tendrá que deshacer de los yacimientos en Texas y Perú. “Los precios mejoraron, pero no lo suficiente como para que nuestras inversiones sean fructíferas”.

El director financiero de la empresa, Ramón Leal, indicó en conferencia para dar a conocer los resultados trimestrales de la empresa: “Nos llevó un tiempo ver que la industria petrolera había cambiado en todo el mundo”.

Y es que si bien el crudo ha vuelto a superar los 50 dólares por barril en los últimos meses, los precios aún están muy lejos de los de la primera parte de la década, cuando se mantuvieron constantemente por encima de los 80 dólares y a veces subieron por sobre los 100 dólares.

En el cuarto trimestre reportó una pérdida de 41 millones de dólares en el cuarto trimestre, debido a una disminución de las ventas y al impacto relacionado con la depreciación del peso mexicano.

Alfa mantendrá sus inversiones en energía en Colorado, Oklahoma y Kansas, pero no las desarrollará por el momento, dijo Leal. “Si surge alguna pequeña y atractiva oportunidad en el sector de la energía de México, la empresa podría considerar participar”, dijo.

Además agregó que si bien muchas firmas mexicanas han tenido que reevaluar sus estrategias tras la elección de Donald Trump, las decisiones de Alfa de desprenderse de algunos activos no estuvieron relacionadas con las políticas del presidente de Estados Unidos.