Después de un caótico primer mes como presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pareció extrañar los dulces tiempos de la campaña, en que se arropaba varias veces por semana de sus seguidores a escuchar sus cantos de "construye el muro", "métela a la cárcel (dedicado a Hillary)", y "USA-USA-USA". Quizás con la intención de recargar pilas, el presidente organizó este sábado un mitin en el aeropuerto de la comunidad de Melbourne, en Florida, una municipalidad con menos de 80 mil habitantes.
Dentro de un hangar abarrotado por sus seguidores, el presidente Trump dirigió uno de sus clásicos discursos de campaña y no pudo evitar la polémica que desata con su teorÃa de los "hechos alternativos", esta vez pareció referirse a un atentado terrorista en Suecia, que nunca ocurrió. El gobierno de ese paÃs, estupefacto, ya aclaró que no sabe que se refirió el presidente de la principal potencia europea.
Rodeado por pancartas, algunas de las cuales decÃan "Trump 2020", como si se tratase del lanzamiento de su nueva campaña presidencial rumbo a la elección de 2020, el presidente recayó en sus clásicos: atacar a la prensa, prometer el muro y asegurar que los trabajos irán de regreso a Estados Unidos.
"Muchos de nuestros más grandes presidentes pelearon contra los medios y denunciaron sus mentiras", aseguró. "Cuando los medios le mienten al pueblo no voy a permitir que se salgan con la suya", amenazó.
"Estoy aquà porque quiero estar en mis amigos y el pueblo", arrancó el presidente, quizá recordando el hostil ambiente al que se enfrenta dÃa a dÃa en Washington, donde los medios le reclaman todos los dÃas por sus ataques y el caos que parece reinar en su Casa Blanca. "Quiero estar en un lugar lleno de patriotas americanos trabajadores, que saludan a la bandera y rezan por un mejor futuro", afirmó.
Trump aseguró que las compañÃas en la Bolsa de Valores estaban alcanzando alturas históricas gracias al "nuevo ambiente" impuesto por su administración, y presumió también que miles de empleos vendrÃan de regreso con nuevas inversiones de empresas como Ford, Chrysler y General Motors.
"Tendremos tremendos tratos comerciales", prometió de nuevo, como si estuviera en campaña, "pero serán bilaterales, como dicen, uno a uno, no como Nafta", dijo, reiterando que su intención es dinamitar el TLCAN, no renegociarlo.
El flamante presidente enlistó lo que él entiende como logros de su administración, uno de ellos es la reactivación de la construcción del oleoducto de Dakota, polémica obra que la comunidad de ambientalistas en Estados Unidos ha condenado, y que provocó severas manifestaciones por parte de activistas y miembros de diversas tribus de pueblos originarios que se verán afectados por la construcción. Una de las últimas órdenes ejecutivas de Barack Obama puso fin a la construcción.
"Los medios no nos dan crédito", se quejó después, "no mostrarán a esta multitud en la televisión. Hemos llenado este hangar gigante".
Trump presumió que la obra resultarÃa en "30 o 40 mil nuevos empleos", y aseguró que habÃa ordenado que se construyera en Estados Unidos: "¿Quién construye la tuberÃa?, pregunté. Señor, puede hacerse en cualquier lado. Ya no, respondÃ. La tuberÃa debe hacerse en los Estados Unidos", se vanaglorio.
También dijo que estaban en proceso de remover cientos de regulaciones que, según su visión, han forzado a las empresas a salir del paÃs. "Lanzamos una nueva orden que, por cada nueva regulación, dos viejas regulaciones deben eliminarse", dijo. "Vamos a liberar a todas esas compañÃas para que construyan lo que quieran construir".
Después invitó a subir a un hombre del público al que habÃa visto en la televisión en la mañana defendiéndolo. "Este hombre ha estado en la televisión diciendo lo mejor. Háblale a la multitud". El seguidor se acercó al micrófono y, como en evento religioso, aseguró que nunca dudó que Trump cumplirÃa sus promesas. "Nosotros el pueblo somos la razón por la que usted está aquÃ, señor presidente", afirmó.
"Los medios no nos dan crédito", se quejó después, "no mostrarán a esta multitud en la televisión. Hemos llenado este hangar gigante".
Luego condenó a los jueces que detuvieron su orden ejecutiva para detener el acceso a ciudadanos de siete paÃses musulmanes, la célebre muslim ban y fue ahi que metió la pata con Suecia: "¿Vieron lo que está pasando en Alemania? ¿Vieron lo que pasó la noche pasada en Suecia? Suecia! ¿Pueden creer esto, en Suecia?", enfatizó y luego enumeró ciudades atacadas por el terrorismo: Paris, Bruselas, Niza.
También volvió a hablar sobre su plan para detener la llegada de refugiados sirios a través de la creación de "zonas seguras" en las áreas de conflicto: "Para que puedan quedarse allá con seguridad hasta que arreglemos este desastre que dejó Obama".
Aprovechó para atacar al expresidente por el Obamacare y demandó a los demócratas en el Senado que aprueben con rapidez al juez Gorsuch, su nominado para la Suprema Corte.
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