Delfina Gómez tuvo que salir este martes a cruzar las pesadas acusaciones de sus vínculos con el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, un perredista vinculado a la masacre de los 43 normalistas.  "Veo que están nerviosos, me observan con lupa, me van a impugnar si uso una camisa azul, dirán que estoy usando los colores de otro partido", intentó bromera la candidata de Morena, sobre las acusaciones y agregó que esto sucede porque "estoy subiendo en las encuestas".

"Falso. Con todo respeto, no he tenido contacto con ese señor [Abarca], siempre me dedicado a la docencia", negó Delfina luego de hacer la expresión "toco madera", sobre cualquier vínculo con el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, ligado con el crimen organizado y presunto responsable de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

"Pero, ¿saben? A mí no me importa mucho, porque que digan lo que digan lo tendrán que aclarar a una servidora -o en su momento, al partido- y lo que me interesa es la gente y responderle a ella", declaró Gómez Álvarez, luego de que Ricardo Alemán difundiera esta información en su columna de Milenio.

Durante la presentación de su primer equipo de asesores que la acompañará en su aspiración a contender por el Estado de México, la morenista aclaró que ni siquiera ha viajado a Iguala y su único traslado ha sido de una comunidad a otra.

Lo que sí solicitó la precandidata es que así como están al pendiente de ella, también lo hagan con sus contrincantes y los vean hasta con lupa. Tras reiterar que proviene de una familia humilde, de padre albañil y madre ama de casa, Gómez señaló que a ella no le gusta comprar conciencias y que su única herramienta para ganar es su andar y también su voz, de ahí que haya iniciado una serie de asambleas informativas.

Sobre el escándalo por su declaración 3de3, Delfina Gómez dijo que debe ser una obligación de todo servidor público porque "con esta acción se permite tener la confianza de la gente". Aunque la morenista se equivocó al dar a conocer su declaración, admitió que fue una metida de pata, pero que ya está corregida.

"Cuando hay una metida de pata tiene solución, una metida de mano no se perdona", expresó.

La maestra exteriorizó que no tiene linaje pero si experiencia, además de que en su paso como presidenta municipal de Texcoco sacó una buena administración: "La gente está cansada de un grupo de Atlacomulco y estoy convencida que quieren no un gobierno de ocurrencias sino que parta de diagnósticos para mejorar el Estado de México", concluyó.