En su primera conferencia del año, Agustín Carstens se mostró más pesimista en cuanto a su pronóstico de crecimiento para este 2017 y ahora no desestima que la economía podría avanzar en 1.3%.

Aunque el rango que plantea el organismo contempla la posibilidad de crecer como mucho al 2.3%, significa un nuevo recorte desde su último pronóstico de noviembre que era de entre 1.5% a 2.5%.

Para 2018 también habló de una reducción de expectativas -planteó un crecimiento de entre 1.7% y 2.7%. "Esto se reflejará en una reacción menor de empleo, pero anticipamos para ambos años un menor déficit en cuenta corriente, pasando de 3 a 2 % del PIB", explicó el todavía gobernador del Banco de México.

Desde ese noviembre, el Banxico ha realizado tres incrementos en la tasa de interés, todos de 50 puntos base. Para Carstens, los efectos de estas decisiones no se verán en el corto plazo.

Estas decisiones, sin embargo, han generado gran tensión entre el mercado e incluso en el mismo gabinete. Como relató La Política Online, los reiterados aumentos en las tasas se tradujeron en un conflicto para José Antonio Meade. El titular de Hacienda considera que Carstens se apresuró y obligó al Gobierno a pagar un costo político -desaceleración económica- en un año electoral clave.

Pero ante las preocupaciones, Carstens defiende sus posturas de política monetaria con su habitual pausada manera de hablar: "El banco siempre es prudente y no somos complacientes".

"Actuar de manera oportuna es mejor a que se arraigue un comportamiento de inflación superior a nuestros objetivos y es mejor mandar el mensaje de ser la institución dentro del Estado con el mandato exclusivo de mantener la inflación. Tenemos que enviar señales oportunas de que estamos haciendo nuestro trabajo", dijo tajante.

En ese sentido también recordó que estos aumentos de tasas "no tienen impacto inmediato sobre precios. Por eso el objetivo es anclar expectativas en mediano y largo plazo". Con ello, recordó que esperan que este año los precios estén arriba del 3% y hasta finales del 2018 se recuperen.

En conferencia, Carstens advirtió que se espera que en los meses subsecuentes el alza en la inflación no sea tan fuerte como se vio en enero, lo que respondió a la liberalización de precios de la gasolina, pero dijo que seguirá vigilando este aspecto y otros elementos como las decisiones del Fed.

Justo luego de su reunión con su homóloga estadounidense, Janet Yellen, afirmó que ven un panorama más propicio para que el banco central norteamericano suba tasas de forma agresiva.

"El hecho de que se está llegando a las metas del banco central y ver estas expectativas de mayor crecimiento económico en este país, propicia que creamos que el alza será mucho más acelerada de lo que se tenía previsto", pronosticó.

Constantemente cuestionado por su decisión de alargar su permanencia en el Banxico hasta finales de noviembre, Carstens dijo que además de atender un momento difícil para el país, también permitiría una transición más ordenada en el banco.