En su primera semana ya al frente de la Procuraduría estatal Bernardo González Garza logró la renuncia de Ana Laura Cano y Federico Mendías, directivos de la entidad que eran cercanos a Roberto Flores, el procurador anterior. El último funcionario de peso que permanece y que era cercano a Flores es Carlos Mendoza.

Flores dejó el cargo envuelto en diferentes escándalos aunque cerca del ex procurador no dan por descontado que se presente a la convocatoria para ser fiscal general del Estado.

Los despidos de sus colaboradores  reflejan la tensión actual entre el gobernador Jaime Rodríguez Calderón y Flores. El mandatario tampoco está convencido con González que tiene el respaldo de Manuel González aunque llegó al gobierno por indicación de Fernando Elizondo. La visita de Enrique Peña Nieto a Monterrey evidenció contrapuntos entre el secretario de Gobierno y el mandatario estatal por el proyecto presidencial que este último analiza.

El nuevo procurador González tiene llegada a diferentes figuras del PRI estatal como Jorge Mendoza y Natavidad González Parás. Esas relaciones irritan a Ernesto Canales, subprocurador Anticorrupción a cargo de la avanzada contra Rodrigo Medina.

La despedida de Cano llamó la atención porque había llegado al cargo con el apoyo de la suegra del Bronco.