Carolina Monroy se posiciona para desplazar a Enrique Jacob Rocha y coordinar la campaña de su primo Alfredo Del Mazo en Edomex. Monroy acaba de salir del CEN del PRI tras una relación tormentosa con Enrique Ochoa. Esa dura convivencia ahora podría replicarse en una elección que es crucial para el partido.

Ochoa nunca toleró que Monroy, por su llegada al coordinador de los diputados César Camacho, se erigiera como interlocutora con diputados y gobernadores. En esos contactos Monroy despachaba como virtual jefa del Partido y, de paso, les recordaba a todos que la militancia de Ochoa en el PRI era excesivamente artificial por no decir ficticia.

Monroy quiere ser gobernadora de Edomex. Intentó serlo en la actual contienda pero Ochoa orquestó el escenario en favor de su primo Alfredo. Ahora busca manejar la campaña, asegurar el triunfo y tener un lugar en el gabinete que podría ser el último bastión del PRI tras la presidencial del 2018.

Más allá de que Jacob Rocha está salpicado por sus escándalos en el Inadem que fueron alertados por Ildefonso Guajardo, Monroy llegaría a la campaña con un activo: la capacidad de lograr que Eruviel Ávila convenza a estructuras perredistas de jugar para el PRI. Todo un desafío porque actualmente el escenario es el inverso: Eruviel parece más cerca de jugar para la campaña perredista.

Su desembarco en el comando de campaña sería un nuevo avance de la dupla de Camacho con Emilio Gamboa. El senador viene de instalar al senador Arturo Zamora como jefe cenopista luego de que en Los Pinos descartaran a José Murat por sus escándalos de corrupción.