Ya es casi un hecho que el 2017 encontrará al inversor David Martínez como nuevo propietario de ICA, la que fuera la constructora más grande América Latina y que atraviesa serias dificultades financieras. 

El propietario de Fintech tiene el 40% de la empresa y, según pudo conocer LPO, le ha dado instrucciones a la directora general Guadalupe Phillips para que renegocie la deuda con el objetivo de que ese proceso termine con Martínez en posesión del 51% de las acciones.

Bloomberg informó hoy lunes que "empresas ICA planea negociar una declaración de bancarrota preaprobada con los acreedores, según una fuente familiarizada con la situación, un paso que permitiría al gigante mexicano de la construcción reestructurar rápidamente su deuda".

La metodología de Martínez no cambia: hacerse de acciones de empresas en estado de debacle y luego del take over avanzar en un plan de reestructura para relanzar a la compañía. La familia Quintana, propietaria de ICA, conoce la situación y por eso han abandonado el consejo de administración de modo sigiloso.

Pero la reestructura de la deuda que haría exitosa esta jugada está condicionada a un factor  ineudible: ICA tiene que asegurar la mayor cantidad de obras y proyectos posibles para convencer a los tenedores de esa deuda. Ese es el rol de Phillips que conoce muy bien a la clase política y a los gobernadores por su paso por Televisa.

ICA ya tiene asegurada la construcción del edificio central de Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. La compañía requiere de proyectos de ese tipo para volver al ruedo acompañados, debe decirse, de algún tipo de condonación impositiva que ya está en proceso de lograrse.