La aprobación de Bernando González Garza como nuevo procurador de Nuevo León ahora abre la pelea por el premio mayor que será la Fiscalía General Autónoma. Diferentes grupos de poder se disputan esa posición  que se enmarca en las recientes reformas judiciales y que tiene que ser avalada por el Congreso.

El alcalde de San Nicolás, el panista Víctor Fuentes ha comenzado a promover entre sus pares del PRI el regreso de Luis Treviño Berchelmann que ya fue procurador en administraciones anteriores y que tendría interés en regresar a los primeros planos. Esta jugada contaría en principio con el aval de Adrián de la Garza, alcalde del PRI de Monterrey.

Treviño Berchelmann terminó mal en el cargo de procurador porque en un caso de secuestro de un familiar de un capitán de empresa recomendó, sin demasiados preámbulos, pagar la suma pedida y de ese modo no intervenir. Solo esa anécdota lo deja fuera de consideración por parte del empresariado.

Este último sector está más cerca de lo que planean Fernando Elizondo, el titular de Metrorrey Jorge Arrambide y el abogado Gerardo Montes. De los intercambios entre ellos surgirán tanto un candidato para fiscal Anticorrupción como un nominado para ser fiscal general. Esto permitirá ver además el grado de poder que conserva Elizondo dentro del gabinete ya que la reforma anula a su protegido Ernesto Canales, actual subprocurador Anticorrupción.

También aparece el diputado federal del PRD Waldo Fernández. Es, de lejos, el favorito de los hombres de negocios y del propio gobernador para el cargo pero por ahora no aporta definiciones ya que tiene en su horizonte diversas alternativas de corte electoral.