La intención de Enrique Ochoa de darle a José Murat un lugar en la estructura del PRI le sigue generando dolores de cabeza. Primero lo tanteó para que lidere la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), pero el revuelo que generó en ciertos sectores del partido obligaron a Enrique Peña Nieto a vetarlo de inmediato. En su lugar quedó Arturo Zamora.

Ochoa intenta ahora colocarlo al frente de la Fundación Colosio, un espacio de investigación, debate y análisis político que tiene como tarea principal la elaboración de los planes de gobierno y la plataforma electoral del PRI. Pero allí también hay resistencia.

Según pudo saber La Política Online, desde las filiales de la Fundación han levantado la voz para que le informen a Enrique Ochoa que varios asociados no están dispuestos a ratificarlo en la Asamblea General. El titular del PRI estaría en estos días tratando de llegar a un acuerdo para evitar otra marchas atrás, que ya dejaría muy manchado a Murat.

El problema es que, según los propios estatutos de la Fundación Colosio, la propuesta que hace el Presidente del PRI debe ser ratificado por la mayoría de los integrantes de la Asamblea General, en sesión extraordinaria. Y aunque no está claro el número a favor y en contra, una votación dividida demostraría que no hay unidad en su designación.

La propuesta de incorporar a Murat era interesante para Ochoa porque es amigo de su hijo Alejandro -actual gobernador de Oaxaca- con quien estudio en Estados Unidos. El actual gobernador siempre tuvo amistad con Virgilio Andrade ex titular de la SFP y por decantación con el grupo de Luis Videgaray que también integra Ochoa.