El PRD vive dÃas de duelo. El partido entró en una fase de descomposición tan profunda que las noticias que entrega a la prensa parecen de comedia. Con dos coordinadores y ninguno, según a quien se le pregunte en el Senado, Alejandra Barrales decidió invitar la bancada a definir, ahora sÃ, en una votación "oficial", al sucesor de Miguel Barbosa.
Pero Barrales volvió a cometer el mismo error que le señaló a sus adversarios: en lugar de reunir a toda la bancada, sólo citó a 12 de los legisladores, pues consideró que los otros 7 ya no debÃan participar de las decisiones al haber renunciado al Sol Azteca. Es el caso de Alejandro Encinas, Mario Delgado, Armando RÃos Piter o Benajmin Robles, que ya se salieron.
La respuesta que recibió la dejó en un lugar incómodo. De los 12 puros que sà admitió, sólo cuatro senadores acudieron a su convocatoria: Dolores Padierna, que aspira a queda como jefa de bloque; Angélica de la Peña, la esposa del Chucho Ortega; el galileo Isidro Pedraza y Luis Sánchez, de la corriente aliada a Mancera, ADN.
AsÃ, Barrales chocó de frente con una realidad que no admite: Barbosa logró encolumnar detrás de su liderazgo de cuatro años en el Senado a 15 de los 19 integrantes de la bancada. Esa situación deja al CEN del Sol Azteca en un escenario de enorme debilidad: aunque decidan quedarse por asalto con la bancada, no juntarÃa los 5 integrantes mÃnimos que piden los estatutos de la Cámara Alta para oficializar un grupo parlamentario.
La presidenta del Sol Azteca se fue a dormir sin mencionar ninguna resolución. Apenas emitió un tuit: "Muchos quieren meter las manos en nuestro partido, pero que les quede claro, el PRD es de su militancia".
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