Ya son dos bancadas. Por un lado, Barrales junto a otros siete senadores nombraron a Dolores Padierna como su líder de grupo parlamentario. Por el otro, Miguel Barbosa con otros 11 compañeros avalaron a Raúl Morón como coordinador. La última palabra la tendrá la Mesa Directiva, que el próximo martes dará su veredicto final.

La pelea se volvió tan sangrienta que los reglamentos y los estatutos quedaron a un lado. Barrales volvió al Senado violando el Artículo 111 de los estatutos del PRD, que prohíben la doble función. Una jugada arriesgada que además daña su imagen, justo cuando acaba de conocerse su propiedad de un millón de dólares en Miami.

Pero además hay otros detalles. Por ejemplo, el reglamento interno del grupo parlamentario dice en su artículo 16 que la votación deberá contar con al menos las dos terceras partes de la bancada. Sólo así será legal la selección del coordinador.

Las cuentas no cierran. Barrales considera que sólo hay 13 senadores del PRD, pues el resto renunció a su militancia en el Sol Azteca. Esta postura es de por sí polémica, porque para el Senado el grupo parlamentario cuenta con 20 senadores.

Pero aún contabilizando los 13 perredistas "puros", las dos terceras partes serían 8.6, es decir 9 senadores. Barrales reunió hoy en el CEN del PRD a ocho. Quiere decir que se podría impugnar también el proceso bajo este argumento.

Como sea, del otro lado siguen juntando 12 firmas en apoyo a Morón. En realidad, en el último documento fueron 13, pero Fernando Mayans se dio vuelta a última hora, luego que le ofrecieran la vicecoordinación y -según dicen fuentes a LPO- la próxima candidatura a la gubernatura de Tabasco.

Con estas dos votaciones por separado, la Mesa Directiva se reunirá en la mañana del próximo martes y definirá cuál es la votación válida. No importa cuál sea la decisión, está claro que no habrá unidad. Los dos grupos ya se mueven por separado.

Por ese motivo, los senadores que responden a Barbosa ya empezaron a evaluar cuál sería la ruta si acaso la Mesa Directiva confirma a Padierna. Las opciones son dos, como había adelantado LPO hace semanas: por un lado, armar un grupo independiente paralelo, que no tenga sello partidario pero responda a los intereses de AMLO.

Pero los más cercanos a Morena directamente empezaron a negociar con Manuel Bartlett para sellar un desembarco en la bancada del PT-Morena. Esta opción es la más radical para los senadores que no quieren estar en el PRD, pero tampoco quieren quedar ligados totalmente con AMLO. Ríos Piter, por ejemplo.

Lo que queda claro, es que la bancada del PRD como se la conoció hasta ahora ya no será la misma. De los 20 senadores, ahora quedarán sólo ocho. Desde donde se lo mire, una conclusión queda clara: el partido del Sol Azteca atraviesa una crisis que no se sabe hasta donde llegará.