El gobernador panista de Chihuahua Javier Corral atraviesa la peor crisis desde que se inició su administración por el crimen, a manos de sicarios, de la periodista Miroslava Breach. A cinco dÃas el caso exhibe las falencias del sistema penal del estado ya que no hay órdenes de aprehensión.
La crisis del crimen de la reportera lo encontró en el peor de los mundos: Desde hoy lunes circulan quejas de organismos internacionales, todavÃa no hay avances en el caso y para colmo trascendió que en las horas posteriores al hecho en lugar de apersonarse en Chihuahua Corral seguÃa jugando al golf en la costa del PacÃfico. Todo lo contrario al discurso que lo hizo gobernador.
Corral decidió embarcarse en una pelea con El Universal, que filtró las fotos del gobernador jugando al golf y revelar además que habÃa viajado en una avioneta prestada por un empresario. El panista dijo que sà se la prestaron pero que pagó por el viaje.
A estos tropiezos se suma además su promesa de encarcelar al ex gobernador César Duarte, lo cual no ha podido cumplirse. Durante la campaña aseguraba que era supuestamente fácil encarcelar a Duarte porque decÃa que existÃa un expediente muy robusto en su contra.
Pero nada sucedió. La turbulencia es una prueba de fuego ya que de no lograr acciones inmediatas Corral quedará muy ligado a los gobiernos del PRI que durante décadas gobernaron la entidad norteña.
Todos estas fallas en su gestión lo colocan en una posición muy incómoda al gobernador que venÃa construyendo una imagen de antisistema con el objetivo de posicionarse hacia 2018.
Corral ganó la gobernatura en 2016 y en sus primeros meses de gobierno prometió vender inmuebles del Estado para promover austeridad y comenzó a deslizar la posibilidad de proponer el matrimonio gay al Congreso local.
En la elección de Chihuahua el PRI tenÃa, en apariencia, una ventaja inalcanzable y el voto opositor estaba divido entre el independiente Chacho Barraza, y el PAN. Sin embargo, el panista terminó ganando por más de ocho puntos, en una elección que se caracterizó por una fuerte participación: 48%, que es altÃsimo para los estándares chihuahuenses.
En esa contienda Corral tuvo la virtud de robarle al candidato independiente el discurso antisistema y al del PRI, el discurso de la unidad. Fue mucho más antisistema que Barraza, un expresidente de Coparmex con un buen discurso anticorrupción, pero demasiado tibio.
La campaña no mostró diferencias en el inicio de la gestión: Corral se peleó con las televisoras, criticó los negocios de Carlos Slim en el Estado y vilipendió con fuerza a Felipe Calderón.
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