Ya era un miedo entre la clase política. El nuevo arresto del capo de capos, que no parecía el definitivo por el arte escapista de Joaquín "el Chapo" Guzmán, se tornó en una preocupación. ¿El Gobierno debía extraditarlo o dejarlo en el país? Unos hablaban del riesgo de una nueva fuga en México, otros de las revelaciones que podría dar en los Estados Unidos. 

El hombre de Badiraguato se podría convertir así en informante de los Estados Unidos, dando nombres no sólo de las estructuras de los cárteles, sino también de las conexiones con la política, la justicia y los organismos de seguridad. Una información muy sensible, por supuesto.

De acuerdo con el periodista Salvador García Soto en "Veytia y el canto del Chapo", no sería una simple casualidad que la orden librada contra Edgar Veytia, ex fiscal general de Nayarit, proviniera de la misma Corte Federal de Nueva York que lleva el caso de Guzmán Loera.

"La acusación de narcotraficante a gran escala de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana, que el gobierno estadounidense hace al fiscal mexicano coincide con el monto que busca confiscarle en cuentas y bienes por 250 millones de dólares, cifra equiparable a la que reclaman a grandes capos del narco", escribió el columnista de Serpientes y Escaleras.

Esto incomodó al gobernador de Nuevo León, a quien la prensa buscó de inmediato por su conocido compadrazgo con Veytia Cambero. En su descargo, Jaime Rodríguez Calderón se limitó a deslindarse de las acciones de las que resulten responsables sus amigos -porque no negó que lo fueran-, para finalmente intentar defender la actuación del ex fiscal de Nayarit, el estado con mejores niveles de seguridad del país, dijo.

"Edgar es mi amigo... Sé que él va a demostrar su inocencia y creo que en eso está trabajando... Nunca negaré a un amigo mío en desgracia y no es el caso éste. Edgar creo que dio un buen ejemplo de seguridad en Nayarit. Está en el primer lugar de seguridad en el país y eso hay que reconocérselo. Lo dicen las estadísticas, no lo digo yo", expresó el mandatario estatal.

En el mismo sentido, el periodista Joaquín López-Dóriga aseguró que "el Chapo Guzmán ha comenzado a hablar en Nueva York", lo que ha puesto nerviosos a varios de sus amigos y aliados, como Hilario Ramírez Medina, mejor conocido como "Layín" (el que robó, pero "poquito"), actual alcalde de San Blas y precandidato independiente a la gubernatura nayarita.

"Esto ha puesto nerviosos a quienes fueron sus protectores o sus cómplices. Ahí están, sentados en ese banquillo", narró el López-Dóriga sobre la detención del priista que operaba desde el gobierno estatal para el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Mientras tanto, en San Lázaro, las bancadas del PAN y el PRD han apuntado al gobernador priista Roberto Sandoval Castañeda, a quien acusaron de ser cómplice de Veytia Cambero al elegirlo como Fiscal de Nayarit y al protegerlo durante todos estos años. "Era un gobierno a dos manos", denunció Guadalupe Acosta Naranjo.

Además, exigieron la comparecencia del titular de la PGR, Raúl Cervantes, por la situación de una Fiscalía Estatal que se encontró en medio de la cooptación del narco de las estructuras de poder en México.