El proyecto de una nueva bolsa de valores en México planteó una clara división entre los analistas. Algunos creían que sería un éxito. Pero con el correr de los meses crece el consenso de que no llegará a tener los resultados esperados. Esto debido a la falta de interés entre las posibles empresas emisoras.

La idea se viene manejando  desde octubre de 2015, cuando la empresa Central de Corretajes (Cencor) planteó la posibilidad de darle competencia a la Bolsa Mexicana de Valores, que lleva más de 120 años operando y siendo la única en el país.

Pero los inversionistas de esta empresa consideraron que era necesario crear la Bolsa Institucional de Valores, bajo la promesa de que podría incrementar hasta en 50% el tamaño del mercado bursátil en el país, igualándose en capacidad con la BMV en tres años.

Según pudo saber La Política Online, entre los banqueros cada vez es más visible un escenario pesimista. ¿Los motivos? Cada vez se hace más frecuente la duda sobre la posibilidad de que logre juntar un buen número de empresas nuevas, es decir que no coticen ya en la BMV. El temor es que no lleguen ni a la mitad de las 350 empresas listadas actualmente.

Lo que desde el mercado señalan como la principal traba es sobre todo un tema de transparencia: pocas empresas estarían dispuestas a cumplir con los procesos de información abierta y clara que exigen las participaciones de bolsa. "Llegar si quiera a la mitad de estas empresas resulta una tarea titánica porque lo cierto es que la nueva bolsa tenga a las mismas emisoras que la actual no tiene gracia", reconoció un ejecutivo de la banca a LPO.

Ya hace tiempo así lo exponía José Oriol Bosch, director general de la BMV, en una anterior entrevista para el diario El Universal: "Hay temores de los empresarios por tener un consejo independiente, un comité de auditoría, otro de prácticas societarias. Hay otros miedos en la parte fiscal, perder el control de la empresa familiar, dar a conocer su negocio", explicó.

La apuesta es que este nuevo instrumento bursátil comience a operar este año, sin embargo, la espera de la concesión por parte de Hacienda y la Comisión Federal de Mejora Regulatorio (Cofemer), se mantiene.

En este intervalo  crece la expectativa sobre el resultado que tendrá. Empiezan a crecer dudas de si con tanto tiempo de espera podría haber un cambio en el proyecto original, hay quienes se preguntan si será un formato diferente al de la BMV, por ejemplo, que sea de nicho. Si las cosas se alienan como espera la Cencor, la respuesta llegará este abril.