La Reforma en Telecomunicaciones es quizás uno de los mayores logros de la administración de Peña Nieto. Los clientes sí empezaron a notar con claridad que bajaban los precios, producto de una mayor competencia que también forzó una catarata de inversiones en el sector. El ejemplo más claro es, sin dudas, el desembarco de AT&T.

En 2015, el gigante estadounidense adquirió oficialmente Iusacell y Nextel, las compañías que utilizó como plataforma de desarrollo para su apuesta en México. No le ha ido mal: Sólo en 2016 sumaron 3.3 millones de clientes nuevos, superando así los 12 millones de consumidores. También reportan una capacidad de cobertura para más de 78 millones en todo el país.

Claro. Todavía el resultado neto arroja pérdida para la firma, algo que las autoridades justifican en el titánico despliego de inversiones para unificar sus firmas.

"La pérdida netas derivan de la continua inversión dirigida al despliegue de redes 4G, en reconfiguración y apertura de punto de ventas, por lo que son pérdidas que con el tiempo serán amortiguadas con el consumo de los usuarios", explicó el informe financiero anual de la compañía.

¿AMLO mantendrá la Reforma de Telecom de Peña Nieto?  Las alarmas se encienden además por la vinculación política que hacen entre AMLO y su competidor, Carlos Slim.

Lo que se empieza a observar, sin embargo, es un crecimiento constante en los ingresos. Por eso, una vez que acaben los grandes desembolsos por inversiones, se prevé que el negocio de AT&T en México sea el más redituable de toda la región, sólo por detrás de los Estados Unidos.

Un dato que alimenta esta expectativa: en tan solo dos años, México ya se ubica en tercer puesto de los países con mayores ingresos. Después de EU, sólo es apenas superado por Brasil, en donde el negocio ya está instalado. Sus ejecutivos piensan que en 2017 México ya estará en segundo lugar.

Este panorama de crecimiento -y de inversión- encendió algunas alarmas en la empresa. El liderazgo que ostenta desde hace meses Andrés Manuel López Obrador generó una fuerte inquietud. ¿AMLO mantendrá la Reforma de Telecomunicación implementada por Peña Nieto? ¿Entrará en los referéndum que quiere lanzar, como ya anticipó con la Educativa y Energética?

Con esas preguntas se acercaron los cabilderos de la compañía al grupo de asesores económicos de López Obrador, que como explicó La Política Online viene recibiendo a banqueros, fondos de inversión y empresarios que cotizan en bolsa. La respuesta que recibieron, según pudo saber este medio, es que esta reforma dio resultaron y que un eventual gobierno de AMLO no la echaría abajo.

Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena.

Cuartoscuro

La preocupación esconde además la vinculación política que históricamente se hace de AMLO con Carlos Slim, el empresario mexicano de "izquierda". Al dueño de América Móvil se lo relaciona con el líder de Morena desde la alianza que conformaron para la recuperación del centro histórico del DF, cuando Andrés Manuel era jefe de Gobierno.

Desde entonces, en el círculo rojo se habla de los aportes que hizo para las dos campaña electorales de AMLO. En la última campaña, incluso se relacionó a la presunta presión que hacía Carmen Aristeguí -a quien también se la señala por recibir buenos aportes publicitarios del grupo de Slim- sobre la oportunidad de que Slim pueda ofrecer televisión de paga.

En el entorno del empresario lo desmienten y aseguran que la familia Slim realiza aportaciones iguales para cada uno de los partidos políticos. "Es un mito su amistad con AMLO. No es cierto. Sólo coincidió con las ganas de hacer un aporte y también un negocio inmobiliario en el Centro Histórico. Nada más", aseguran en América Móvil.