El entusiasmo que causó en los mercados el triunfo de Mauricio Macri en las presidenciales de Argentina, empezó a enfriarse ante los cada vez más evidentes desacoples que causa su polÃtica "gradualista" para enfrentar la desastroza herencia económica del gobierno de Cristina Kirchner.
El problema central es que por falta de coraje o restricciones polÃticas -el gobierno está en minorÃa en el Congreso- Macri se niega a bajar el gasto público y hasta lo aumentó, disparando el déficit que según algunos especialistas superará el 6%, muy por encima de la meta del 4,2% del PIB que el Gobierno se fijó para este año.
Ese impulso al gasto público, más la suba de tarifas de los servicios públicos, se combina mal con los intentos del Banco Central por frenar la inflación a fuerza de suba de tasas: Lo que están logrando es que la inflación regrese -en Marzo fue del 2,4%-, pero encima en un contexto recesivo.
El FMI cruzó este martes todas las estimaciones del Gobierno argentino. Anunció para este año una inflación del 25,6% y un crecimiento del 2,2%. La administración de Macri anunció que la inflación será del 17% y el crecimiento del 2,5%.
Si bien un crecimiento del 2,2% puede parecer moderadamente auspicioso, la verdad es que el año pasado -el primer de Macri- la economÃa cayó un 2,5, de manera que ni siquiera se recuperarÃa lo perdido. Algo parecido pasó con la inflación que escaló al 40%.
En su último año de Gobierno Cristina Kirchner tuvo una inflación del 25% y un crecimiento del 2,5%. Macri en la mitad de su mandato está llegando al lugar donde empezó, con una gravante: En su poco más de un año de gestión sumó deuda externa por más de 80 mil millones de dólares.
La previsión para Argentina que hizo este martes el FMI al presentar su World Economic Outlook, ubica a la Argentina con su 25,6% de inflación como uno de los paÃses del mundo con inflación más alta, sólo superada por Venezuela (720%), Libia (32,8%) y Sudán del Sur (143%).
El modelo de Macri está crujiendo además por el cada vez más grave atrasaso cambiario -el dólar está estancado hace meses en torno a los 15 pesos-, que está destruyendo la competitividad de la industria y ahora el campo. Esto llevó al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, a anunciar este martes una mega compra de 25 mil millones de dólares, para tratar por esa vÃa de impulsar el valor de la divisa estadunidense.
Dos semanas atrás, en su participación el World Economic Forum (WEF) en el hotel Hilton de Puerto Madero de Buenos Aires, el subdirector Gerente del FMI, David Lipton, aseguró que las polÃticas económicas de Macri estaban orientadas "en la dirección correcta", pero advirtió que faltaba que baje más la inflación para ver los resultados en materia de crecimiento e inversión extranjera, por lo que le recomendó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, darle más dinamismo a la economÃa interna.
Esta situación llevó a que economistas muy cercanos al gobierno de Macri empiecen a criticar la falta de rumbo. "La verdadera discusión es que el gasto público es insostenible, como es insostenible genera un sistema impositivo impagable. Y como genera un sistema impositivo impagable las empresas no pueden competir. Entonces no le echemos la culpa al Banco Central por subir las tasas", aseguró en una entrevista en radio Mitre, el ex vicepresidente del estatal Banco Nación, Enrique Szewach.
Mientras que el respetado consultor José Luis Broda agregó: "El enfermo está grave. Acá no hay plan A ni plan B, esto es insostenible en el largo plazo. No se puede tener creciente déficit fiscal, financiado mangueando ahorro externo y al mismo tiempo una tasa de inflación declinante. Es inestable".
"Cuando uno prende el aire acondicionado (la polÃtica monetaria) y la calefacción (polÃtica fiscal) al mismo tiempo, el resultado es una temperatura que no es la que ni usted ni su mujer quieren", concluyó Broda.
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