Resta menos de una semana para que los trabajadores de Telmex decidan si se van o no a huelga; una resolución que impactaría a alrededor de 20 millones de clientes, en palabras de su líder, Francisco Hernández. El tiempo está contado pero el IFT -clave para esta resolución- mantiene mutis.

La espera se instaló hace ya más de un mes en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), cuando el IFT dio a conocer sus nuevas medidas asimétricas para América Móvil, lo que incluía la orden de división de Telmex. Los trabajadores acusaron con ello una violación a su contrato laboral y exigieron se revirtiera pero el regulador se mantiene distante.

Desde entonces, los telefonistas amenazaron con ir a huelga el próximo martes 25 de abril, coincidiendo con otro emplazamiento correspondiente a su demanda de incremento salarial que es por 17%. 

"Son cosas que ahora se deben resolver en su conjunto, no pueden verse de manera separada. ¿Para qué queremos un aumento si nos van a correr después?", declaró a LPO un integrante del sindicato.

Es el malestar entre los telefonistas, pues esta división que impuso el regulador en telecomunicaciones implicaría que al separarse la empresa haya renovación de personal, dejando además en el limbo a los jubilados.

Sabemos que de tomar esta medida podríamos perder clientes. El impacto podría ser importante también para nosotros.

Los trabajadores aseguran que están de acuerdo en el resto de las medidas asimétricas, en que se deben mejorar tarifas y plataformas, "pero no tiene sentido esta división", repiten.

En ese tenor, argumentan que se trata de un golpeteo por parte del instituto que comanda Gabriel Contreras contra la empresa de Carlos Slim, sin encontrar que esta medida tenga efecto en el tema de competencia.

Los impactos de la huelga

De estallar a huelga sería un hecho histórico para Telmex como empresa privada, a cargo de América Móvil, y que conforma el 62% de las líneas telefónicas en México, es decir, alrededor de 22 millones de personas, según explicó Hernández Juárez.

Como empresa del Estado, Teléfonos de México cuenta en su historia tres huelgas ocurridas a finales de los años 70's e inicios de los 80's. Entonces el Gobierno enquistó la empresa, logrando restablecer el servicio. "Fue casi imperceptible para los usuarios", explicó uno de los trabajadores que participó en ello.

Sin embargo advierte que ahora no saben qué ocurriría de irse a huelga. "Nuestro derecho es cortar el servicio como parte de la huelga. Algunos empleados se quedarían para hacer guardia en caso de una emergencia, pero se suspendería por completo la parte de mantenimiento, cobranza, atención a clientes".

Cuartoscuro

Al ser una empresa privada, no es claro si el Gobierno podría intervenir así. "También hay que recordar que ahora la tecnología es diferente. Es mucho mejor, es tecnología de punta y está más automatizada. No sabemos los impactos que tendría la huelga y nosotros deseamos que sea la última opción", señaló la fuente del sindicato a LPO.

"Sabemos que de tomar esta medida podríamos perder clientes. El impacto podría ser importante también para nosotros", indicó. Y a pesar de las advertencias hay cierto positivismo, pues aún sin encontrar una resolución para este martes, sí habría elementos para al menos emplazarla.

"Sí hemos visto un avance. Por ejemplo, el secretario de Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, ya reconoció que la resolución del IFT viola nuestro contrato laboral. También Telmex cambió su postura y ya dijo que no está de acuerdo", señaló.

Sin embargo lo que inquieta a los telefonistas es silencio permanente por parte del regulador en telecomunicaciones. "Nosotros esperaríamos que al menos llamaran a una mesa negociadora y con ello podríamos postergar la huelga", apuntó.

Por lo pronto el sindicato ya emitió un amparo. La empresa, en esta nueva reforma de Telecomunicaciones, quedó impedida de esta acción legal, no así los trabajadores bajo el argumento laboral. Fue turnada a un juez federal especializado en competencia económica y radiodifusión.