Graco Ramírez exigió la mañana de este jueves que en el caso de los ex gobernadores en proceso judicial, Javier Duarte y Tomás Yarrington, se haga caer todo el peso de la ley, pero que no se confunda la labor de los demás mandatarios estatales, quienes no están involucrados en actividades delictivas.

"Gobernador que meta las manos las tiene que pagar y los que no las metemos tenemos que ser reconocidos porque no todos las metemos", aseguró el gobernador de Morelos.

Entrevistado a su paso por el Senado de la República, el presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) reconoció que lo ocurrido con los ex gobernadores de Veracruz y Tamaulipas golpea la imagen y el prestigio del resto de integrantes de la Conago, pues se asocia este cargo popular con actos de corrupción.

"Y eso nos afecta a nosotros, porque entonces desprestigia a los gobernadores y nos golpea, claro que nos golpea a todos. Hay que ver las calificaciones de todos los gobernadores, porque equiparan y hacen ver que un gobernador se asocia a la corrupción. Y entonces, son casos que lamentablemente nos lastiman a todos y ojalá se haga justicia y se termine con la impunidad, porque eso va a obligar a todos a entregar buenas cuentas", advirtió Ramírez Garrido .

Desechó que la Conago realice un pronunciamiento formal, ya que no es una instancia de fiscalización de uso de recursos, sino una expresión plural de los gobernadores y gobiernos locales donde se tratan los problemas de políticas públicas, del pacto federal y lo que corresponde como gobernadores.