Durante la presidencia de Barack Obama pocas voces en el Congreso dañaron tanto a la administración como lo hizo Jason Chaffetz, presidente del Comité de Vigilancia en la Asamblea de Representantes. Hace dos días el poderoso congresista republicano anunció que no buscaría la reelección en 2018. De hecho, tampoco descartó renunciar a su curul antes de esa fecha.

Fue Chaffetz quien mantuvo vivas durante años las acusaciones contra Hillary Clinton por la tragedia de Benghazi de 2012, en que un grupo extremista atacó la embajada de Estados Unidos en Libia, y que resultó en la muerte de varios oficiales, entre ellos el embajador J. Christopher Stevens, el primer diplomático de alto rango en ser asesinado en más de 30 años.

  Se trata quizá del Comité más poderoso del Congreso, ya que puede investigar cualquier dependencia del Gobierno Federal y llamar a cualquier funcionario a testificar 

El propio Chaffetz declaró antes de la elección presidencial que planeaba seguir investigando a Hillary si es que llegaba a ganar la presidencia. Como el resto del mundo, Chaffetz esperaba que Clinton ganara, lo que lo habría puesto en un lugar prominente ante los medios y la opinión pública, como el legislador que cuestionaba a la presidenta constantemente. Sin embargo, el inesperado triunfo de Donald Trump puso al congresista en una posición incómoda.

Renunciar a su curul y al Comité no es poca cosa. Se trata quizá del Comité más poderoso del Congreso, ya que puede investigar cualquier dependencia del Gobierno Federal y llamar a cualquier funcionario a testificar, y es el principal investigador del poder legislativo. A inicios de año Chaffetz rápidamente declaró que no tenía planeado investigar la campaña de Donald Trump, lo que lo puso bajo las críticas de los medios de comunicación y miles de ciudadanos.

Poco después de que Trump tomara posesión y las acusaciones sobre los nexos con Rusia empezaran a tomar forma, Chaffetz fue confrontado por un millar de sus votantes durante un mitin en su distrito. "Haz tu trabajo", le demandaron a gritos al legislador. A pesar de las demandas, Chaffetz se negó a abrir una investigación contra la campaña del presidente, quizá por lealtad con el partido, quizá por temor a despertar la ira del magnate, que durante la campaña puso a sus seguidores en contra de varias figuras republicanas, como el senador John McCain a quien desde hace meses le han demandado que renuncie a su curul por traicionar al partido y oponerse a Trump.

El congresista declaró que buscaría reelegirse en su distrito, pero intentó acallar los rumores que se debía a alguna razón oculta: "permítame dejar en claro que no tengo motivos ulteriores", escribió en su cuenta de Facebook. "Estoy sano. Tengo confianza de que podría reelegirme con grandes márgenes. Tengo todo el apoyo del vocero [Paul] Ryan para continuar como presidente del Comité de Supervisión y Reforma. Dicho lo anterior, tomé la decisión personal de regresar al sector privado".

Muchos medios han especulado incluso que Chaffetz no llegaría a concluir su término en 2018, y que renunciaría a la curul en los próximos días. El mismo congresista no descartó renunciar antes de 2018. Mientras tanto los demócratas ya están preparando un "cofre de guerra" de millones de dólares para disputar el distrito de Utah de Chaffetz, ya sea en 2018 o en una elección especial si él renuncia antes.