José Antonio Meade transita uno de los momentos más complejos de su carrera política. Se hizo cargo de Hacienda en el momento más delicado e incierto del sexenio, justo cuando empezaba a crecer su figura en la pelea por la candidatura presidencial de 2018.

Su primer desafío como sucesor de Videgaray fue defender un presupuesto -ya elaborado por el equipo anterior- con un fuerte recorte, que generó las protestas de varios gobernadores, incluido el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.

Pocas semanas después se enfrentaba en soledad a la defensa del gasolinazo, quizás en los días más débiles de toda la gestión de Peña Nieto. Su nombre parecía totalmente sepultado hacia las elecciones.

Pero en estos días Meade empieza a cosechar algunas buenas noticias. Con esa sensación volverá de su gira por los Estados Unidos, en donde se reunió con el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.

La primavera está en el aire pero también en la economía. Estamos viendo por fin un momentum de crecimiento global y esperamos sostenerlo en el mediano y largo plazo

La lectura que empiezan a realizar en el Fondo Monetario Internacional es que la economía global está ingresando en una "primavera" después de varios años de incertidumbre, poca estabilidad y crisis en varias regiones clave.

"La primavera está en el aire pero también en la economía. Estamos viendo por fin un momentum de crecimiento global y esperamos poder sostenerlo en el mediano y largo plazo", dijo una optimista Lagarde durante las Spring Meetings que encabezó con los Secretarios de Finanzas de los países asociados.

El FMI estima que el crecimiento global estará en 3.5% durante 2017 y 3.6% en 2018, bastante por encima del 3.1% de 2016. "Son todas buenas noticias, pero claro que hay desafíos para sostenerlo", aclaró la economista.

Meade cuenta con un respaldo importante para montarse sobre esta "primavera", su plan de austeridad -de cumplirlo- colocaría al país de nuevo en la ruta de un crecimiento más sólido. Claro, habrá que ver si esos "brotes verdes" llegan a verse antes de las elecciones de 2018.

Agustín Carstens, titular del Banxico, participó de una mesa con Lagarde.

Lagarde sugirió varias opciones para sostener este momento: apostar por la innovación y el comercio -que han estado por debajo de lo necesario, según su mirada- aplicar políticas fiscales más justas, subir los salarios mínimos y expandir crédito para lograr un crecimiento con inclusión.

Hay que recordar que el organismo recortó su previsión de crecimiento para México en 2017 apenas iniciado el año: lo movió desde 2.3% a 1.7%, en tanto que para 2018 consideraron que llegarían a 2.0%. El FMI consideró entonces que la relación con la administración de Donald Trump era un factor de posibles tormentas. 

Ahora Lagarde -que viene consolidando un discurso cada vez más heterodoxo en el FMI- opina que la ejecución de reformas como la de energía, laboral competencia, telecomunicaciones y del sector financiero estimularán el crecimiento alrededor de medio punto porcentual pero a mediano plazo.