No es una negociación de salarios como todos los años. En esta oportunidad, son intereses muchos más profundos los que están en juego. Por eso todos los actores intentan evitar una escalada en un vínculo político que ya cruje desde hace largos meses. Por ahora, el Sindicato de Telefonistas decidió posponer la huelga que tenía planeada para mañana a la espera de una solución.

¿Qué reclaman los trabajadores? En rigor, hay dos vías de conflicto. La primera cuestión es un mero trámite: el aumento salarial para todos los empleados de Telmex. El sindicato pide una actualización de 17%. No parece haber grandes dificultades en llegar a un acuerdo con la familia Slim en ese sentido.

El segundo problema es el que preocupa, no sólo al magnate propietario de América Móvil y al sindicato que actúa como aliado, sino también a Los Pinos. La crisis terminó de instalarse cuando el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) resolvió aplicar nuevas sanciones contra el actor preponderante. Resolvió, entre otras cosas, forzar a Telmex a una separación funcional.

¿Qué significa esto? Que Slim estaría obligado a crear una empresa subsidiaria de Telmex encargada de administrar y operar exclusivamente servicios mayoristas relacionados con el acceso local, así como la compartición de infraestructura pasiva, distinta a la que presta los servicios de telecomunicaciones a usuarios finales.

Este proceso ya se aplicó en el Reino Unido, donde el regulador Ofcom impuso en el 2005 una "separación funcional" a British Telecom (BT) por ser el actor preponderante. De allí surgió la empresa Openreach para dar servicios de enlace a las compañías proveedoras de voz, internet y TV, incluida BT entre sus clientes. Lo interesante es que tras 10 años Ofcom llegó a la conclusión de que esta separación no repercutió en competencia ni en inversión.

Esta misma propuesta hace la familia Slim puertas adentro. Y el sindicato se queja porque la separación implicaría la pérdida de trabajo para miles de sus afiliados -la nueva empresa tendría que tomar personal propio-, la creación de un nuevo gremio y la inquietud sobre quién se haría cargo de los jubilados.

La huelga estaba emplazada para mañana, pero una reunión de última hora de Francisco Hernández Juárez -presidente del sindicato- con Alfonso Navarrete Prida logró una prórroga de dos semanas. Los trabajadores pospusieron su huelga hasta el 12 de mayo por pedido del Secretario de Trabajo.

El funcionario le dijo a Hernández Juárez que le diera un poco de tiempo para interceder ante el IFT y le habría reconocido que la separación funcional sí afectan los derechos de los trabajadores. Según el sindicalista, Navarrete Prida le dijo que estaba a favor de que se mantenga una sola empresa.

"Algo debe saber el secretario que me pidió estas dos semanas. Me dijo que su voluntad era que se mantenga contrato colectivo, un solo sindicato, una sola empresa. Y me aseguró que el presidente está muy preocupado, que esperan que el IFT incluya este tema en su agenda", dijo Hernández Juárez en asamblea.

Alfonso Navarrete Prida junto a Francisco Hernández Juárez, líder de los sindicalistas. 

Cuartoscuro

Habrá que ver si efectivamente Los Pinos cumple con el lobby prometido. En principio, se descuenta la efectividad en la intervención sobre Gabriel Conteras, que tiene una larga relación de amistad con Humberto Castillejos, el consejero jurídico de la Presidencia.

Los telefonistas dudan, sin embargo, sobre las intenciones del regulador: "Vemos al secretario con mucha disposición, pero el IFT no está en esa misma postura. No se respiran buenos vientos por esos lugares".

Sobre el final, Hernández Juárez dejó una frase muy picante y evocó a la imagen de López Obrador. "Si no quieren que esto vuelva a suceder, ya saben a quién no hay que votar. Si quieren que esto no pase de nuevo, pues entonces hay que votar distinto, hay que cambiar el sentido de nuestros votos", concluyó el líder de los telefonistas.