Arturo Sarukhán es una de las voces más respetadas en Washington DC cuando se trata de hablar sobre México. Fue seis años embajador en esta capital en el sexenio de Felipe Calderón. Le toco convivir con los dos últimos de Bush y el primer mandato de Obama. Simpático, filoso y muy informado sobre la actualidad política de Estados Unidos, conversó con LPO en el semicircular bar del Dupont Circle Hotel, entre butacas de cuero retro, al mejor estilo Mad Men, de aquellos glamorosos años de la guerra fría. 

El miércoles fue movido para el TLCAN, Trump empezó el día filtrando que firmaba un decreto para salir del acuerdo y lo terminó ratificando que iba a negociar ¿Cómo ve el futuro del acuerdo?

Hasta las últimas 48 horas las cosas iban mejor encaminada que lo que atestiguamos en la campaña y la transición. Ya sea que lo hayan convencido u obligado, el que haya resuelto a asumir este silencio tuitero y permitir que los gobiernos empezaran a dialogar, le había dado una hoja de ruta más clara a este proceso.

El texto que su administración envió a los senadores republicanos con puntos a tratar en una renegociación, era un texto moderado que abría la posibilidad de encontrar espacios de convergencia, para modernizar el TLCAN. Se abría un escenario posible de gana-gana-gana para México, Canadá y Estados Unidos.

Lo que las últimas 48 horas demuestran es que hay un proceso muy errático en la toma de decisiones de la Casa Blanca y una continuación de lo que muchos advertimos, esta especie de Doctrina Sinatra: O es a mi manera o no hay negociación. Además de una enorme preocupación en la Casa Blanca porque se cumplen los primeros 100 días de la administración Trump y tienen muy poco para mostrar, sobre todo a su voto duro.

¿Piensa entonces que esta filtración del decreto a la prensa fue una operación de la Casa Blanca destinada a consumo político interno?

No, creo que la redacción del documento tenía el objetivo, no la filtración. Creo que este esfuerzo del ala dura que sigue en modo campaña, se impone y convence a Trump que decide empezar a redactar lo que sería un borrador de decreto presidencial. Ante esto, los grupos más afines a modernizar el TLCAN, que tiene visiones menos mercantilistas, se enteraron y ellos lo filtraron a la prensa para generar la reacción del sector empresario estadounidense y del bloque de senadores republicanos que se oponen a la denuncia del TLCAN.

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¿Cuáles serían los sectores mas pro TLCAN de la Casa Blanca?

Steven Mnuchin, Roy Cohn, Willbur Ross, hasta cierto punto, y muy importante el recién estrenado secretario de Agricultura, Sonny Perdue, que viene de un estado, Georgia, que depende brutalmente de las exportaciones agrícolas a México. Son los grandes estados exportadores agrícolas los que más se han beneficiado del TLCAN y al mismo tiempo los que dieron la victoria a Trump.

Fue muy afortunado que antes que esto ocurriera, Perdue fuera confirmado por el Senado y es evidente que el papel que tuvo en esto fue muy importante.

¿Y del otro lado a quien ubicamos?

Quienes parece que estaban redactando este borrador de decreto presidencial eran Bannon y Navarro.

El decreto para salir del TLCAN me parece que fue impulsado por Bannon y Navarro. Fue una extraordinaria fortuna que para ese entonces ya estuviera confirmado Perdue, que fue muy activo en desalentarlo.

Da la impresión que hay una lectura en la Casa Blanca que es: Si estamos cayendo en imagen y perdiendo votos hay que hacer este tipo de cosas...

Esa va a ser una tónica persistente, sobre todo con un presidente que entiende toda negociación como de suma cero. Para él no hay gana-gana, para Trump toda negociación es mala si él no sale ganando. Además es un presidente que toma decisiones en base al último que le susurra al oído y eso explica también esta volatilidad.

Esto demuestra que no es lo mismo ser borracho que cantinero. El propio Trump dijo "nunca pensé que iba a ser tan difícil ser presidente", y por otro lado este tipo de situaciones va erosionando su capacidad de amenazar, porque la gente empieza a tomarle la medida.

¿Y eso es bueno o malo para México?

Bueno, si México empieza a entender como opera y cuales son los resortes del presidente y cuales son los resortes que le hacen de contrapeso, es bueno.

Videgaray apostó a la relación con Kushner y el sector más racional, ¿pero alcanza con eso? Porque en el medio se mete por la ventana este otro sector mas duro y en un instante puede demolerlo todo...

Creo que la relación con Kushner es muy importante, pero para un país como México no basta con tener derecho a picaporte en la Casa Blanca. No hay una relación bilateral en el mundo como la que tiene con México, que toque el día a día de tantos americanos. Eso quiere decir que para México es tan importante la relación con la Casa Blanca, como vertebrar una relación similar con distintos grupos de las dos bancadas del Congreso.

Esta crisis demostró donde están los amigos de México en el Congreso, primero fueron los demócratas que derribaron fondos para el muro y luego fue un bloque de senadores republicanos los que formularon una defensa del TLCAN, por eso para México la relación con el Congreso de Estados Unidos es fundamental.

Luego está el importantísimo bloque de gobernadores y alcaldes, hay que ver que existen 26 estados que tienen a México como su primer socio comercial, el papel de estos se vuelve vital por eso la capacidad de operación de México fuera de Washington, en el resto del país es crítica.

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¿Usted cree que se está avanzando en ese sentido?

Primero se puso mucho énfasis en la relación con la Casa Blanca porque está arrancando esta administración y me parece que así tenía que ser, pero el gran reto va a ser en estas semanas el despliegue de una estrategia más amplia.

Ahora el embajador nuestro va a tener que empezar a revisar los perfiles de los cónsules claves, que van a ser cabezas de playa de México en el resto del país, son pequeñas embajadas, tenemos diez o quince consulados claves que tienen que estar vertebrados en la estrategia diplomática global.

Visto desde otro lugar, hay un debate mas amplio que plantea que ante la evidente hostilidad de Trump, tal vez México debería dejar de mirar al norte, olvidarse del TLCAN, y enfocarse en recuperar posiciones en Latinoamérica...

Siempre en México existió esta discusión y yo creo que es un mito y un falso dilema, porque siempre pensé que se puede mascar chicle y caminar a la vez. No porque tenemos una relación importante, estratégica, vital para nuestros intereses y bienestar con Estados Unidos, quiere decir que no podemos construir agendas productivas con América Latina.

En el sexenio pasado, al mismo tiempo que había una brutal integración con Estados Unidos por los temas de seguridad, al mismo tiempo fuimos capaces de articular con Chile, Colombia y Perú la Alianza del Pacífico.

Por otro lado hay que ser muy francos, y ahora que no soy embajador lo puedo decir, yo me pregunto: ¿Cuantos gobiernos latinoamericanos durante la campaña, cuando hubo un golpeteo incesante de Trump a México, salieron a defendernos o articular posiciones de solidaridad? Lo que hubo fue un apoyo muy timorato.

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En este último tiempo ocurrió en ese sentido algo interesante, al inicio de este proceso México era para Trump todo lo malo y Canadá era el modelo "civilizado", los aliados buenos. Sin embargo, en los últimos días Canadá fue blanco de la furia de Trump, ya sea por las vacas de Wisconsin o la madera, y habló del primer ministro Trudeau en términos menos amistosos de los que usó para referirse a Peña Nieto...

Sí, creo que es de enorme importancia la relación de México con Canadá y siempre he pensado que ambos países ganan cuando trabajan de maneja conjunta una serie de temas de la relación con Estados Unidos. Lamentablemente el gobierno canadiense anterior de Harper no lo veía así y pensaba que la trilaterización de la agenda norteamericana les "mexicanizaba" su relación con Estados Unidos. Fue lamentable y nos hizo perder muchos años.

Me parece una receta horrible intentar enfrentar a Trump eligiendo a López Obrador, sería como combatir la flatulencia con más flatulencia. No creo en buscar a alguien que agudice la confrontación.

Ahora con Trudeau creo que se abre una oportunidad muy importante, a pesar que al inicio de la administración Trump los canadienses andaban en la misma de "mejor nosotros directo con los estadounidenses", creo que al final han comprendido que el que México y Canadá vayamos coordinados y en sinergia a las conversaciones es importante para ellos.

Yo recuerdo cuando era embajador que junto a mi colega canadiense en Washington hicimos una serie de foros juntos y siempre hacía la broma al inicio que los dos vivimos al lado de un elefante, pero no es lo mismo estar arriba que abajo del elefante.

Que piensa de esta idea que flota un poco en México, dicho con todo respeto, de si Estados Unidos eligió un "loco", nosotros hagamos lo mismo y pongámosle a López Obrador. Esta idea que mejor tener un populista para lidiar con un populista...

Me parece una receta terrible, es como decir que vas a combatir la flatulencia con más flatulencia. Lo que pasó durante la campaña, cuando personajes importantes de la vida política mexicana, pensaban que la mejor manera de contestarle era con los mismos aspavientos.

Creo que es más importante evaluar que gane quien gane en nuestras elecciones, esta relación con Estados Unidos es una relación a la que no le puedes apretar delete. Ni México ni Estados Unidos vamos a desaparecer de uno y otro lado de la frontera de 3000 kilómetros que nos une y por una comunidad de mexicano-americanos en Estados Unidos de 35 millones, de los cuales 12 millones son mexicanos y 5 millones son indocumentados.

No creo que sea un tema de que si acá hay un loco, busquemos alguien que profundice y agudice la confrontación, creo que sería terrible. Hay que pensar qué estrategia debemos darnos con Estados Unidos, seas de izquierda, de centro o de derecha.

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¿Cuál es el plazo límite para resolver la renegociación del TLCAN?

A nadie conviene que la negociación siga abierta en pleno proceso electoral presidencial mexicano y en pleno proceso electoral de medio término de Estados Unidos. Esto reduciría mucha capacidad de maniobra e inyectaría toda una serie de pruritos y tirrias y agendas electorales de los dos lados. Lo ideal seria modernizar el TLCAN este año, pero seguimos esperando que Trump notifique al Congreso que empieza el proceso de renegociación de noventa días. Estamos muy ajustados.

¿Usted cree que sigue existiendo la posibilidad de que se concrete la amenaza de una salida unilateral del TLCAN por parte de Trump?

Absolutamente. Quien no crea que vamos a tener en estos cuatro años de esta administración un proceso muy errático en la toma de decisiones, está tomando demasiado jugo de naranja del que tomaron en este país, como aquellos que creyeron que este presidente iba a pivotear hacia el centro y se iba a moderar una vez que llegase a la Casa Blanca.