El senador José Alperovich avisó esta mañana que también votará en contra de la despenalización del aborto, con lo que se consolida el rechazo a la media sanción votada por Diputados, que ahora depende de una ola de conversos de última hora.

El tucumano era uno de los últimos indecisos (junto con el santafesino Omar Perotti) y su voto en contra hace casi imposible que se revierta el panorama para los "verdes", que confiaban en la presión que podía ejercer su esposa Beatriz Rojkés, una de las pocas que votó en contra de declarar a Tucumán "provincia pro-vida" en la legislatura local. 

"Si bien es cierto que no he hablado antes porque no he querido hacer política con esto porque me parece que como senadores no debiéramos hacer política con esto porque es un tema que divide mucho a la sociedad. Pero después de haber hablado con muchos tucumanos, voy a votar en contra de la ley que viene de Diputados", explicó Alperovich antes de ingresar al Senado.

Alperovich había sido víctima de una feroz presión de los grupos religiosos tucumanos y la semana pasada incluso sufrió un escrache con afiches en el centro de la capital provincial, donde aparecía junto a un feto ensangrentado y la frase "¡no al holocausto prenatal!", lo que fue considerado "discriminatorio y racista" por el senador. 

El escrache al senador

Con este panorama, al inicio de la sesión por el aborto hay 38 senadores que anunciaron que votarán en contra de la ley y se mantiene en 31 el número de los que la respaldan. En tanto, la neuquina Lucila Crexell se abstendrá (aunque los verdes confían en sumarla con los cambios), la puntana Eugenia Catalfamo estará ausente y el santafesino Omar Perotti todavía no se definió, aunque también se inclinaría por el "no".

Suponiendo que Crexell y Perotti podrían sumarse de alguna forma al "si", los celestes todavía tendrían una diferencia de 5 votos (38 a 33), por lo que los verdes necesitarían tres votos para imponerse. Es decir, necesitarían torcer tres voluntades para que salga la ley, algo difícil por la presión que hay sobre los senadores de parte de católicos y evangelistas.

La otra posibilidad es la apuesta a ausencias masivas a la hora de votar (se presume a la madrugada). Al respecto, Carlos Menem (uno de los apuntados para que deje su banca vacía) ya dio muestras de que no está dispuesto a alimentar esa estrategia. El riojano apareció temprano en la sesión junto a su hija Zulemita. El Lolo Reutemann, otro candidato a no asistir, llegó al recinto cerca del mediodía.

"Hay indudablemente una posición consolidada por el no, pero vamos a hacer todos los esfuerzos. Estamos dispuestos a realizar las modificaciones si son necesarias", declaró Miguel Ángel Pichetto al ingresar al Senado. Algo resignado, el rionegrino afirmó que si se aprobaba la ley "la Argentina hubiera sido un poco más justa porque hay mujeres pobres que mueren en la clandestinidad".

Pichetto también aclaró que aceptarán cambios a ley "en tanto y en cuanto se mantenga el espíritu que ha sostenido el colectivo de mujeres, que es la defensa de la despenalización como un elemento central". Rechazó así algunos proyectos intermedios como el que planteó Perotti.

Como contó LPO, los verdes guardan como carta de último minuto convertir el proyecto en una consulta popular y que decida la sociedad en las urnas, una idea que podría seducir a senadores que votarán por el no.