El mezcal oaxaqueño es mucho más que una simple bebida alcohólica. Este destilado auténticamente mexicano, elaborado de manera artesanal y siguiendo técnicas centenarias, es una verdadera joya cultural y una muestra del amor y dedicación de los maestros mezcaleros que han perfeccionado su elaboración a lo largo de generaciones.
En el estado de Oaxaca, cuna del mezcal, se puede sentir la fascinante historia que envuelve esta bebida. Cada sorbo de mezcal oaxaqueño nos transporta a la tierra fértil y montañosa donde nacen los agaves espadín, tobala, tobalá, arroqueño y muchos otros, que son cosechados a mano cuando han alcanzado la madurez óptima.
Proceso de producción del Mezcal Oaxaqueño
La magia del mezcal oaxaqueño radica en su proceso de producción, que no ha cambiado mucho desde sus orígenes. Después de cortar las pencas de agave y extraer su corazón, conocido como piña, estas son cocidas en hornos de piedra bajo tierra durante varios días, lo que les da ese característico sabor ahumado. Después de la cocción, las piñas se trituran y se fermentan en barricas de madera o de piedra, donde el azúcar se convierte en alcohol. Finalmente, se destila en alambiques de cobre para obtener un mezcal puro y de calidad.
Origen del mezcal
La denominación de origen del mezcal oaxaqueño garantiza su autenticidad y calidad. El Consejo Regulador del Mezcal (CRM) se encarga de supervisar que todos los procesos de producción se lleven a cabo de acuerdo a las normas establecidas, y que solo se utilicen agaves cultivados en la región de Oaxaca. Esta certificación es un sello de garantía para los consumidores, que pueden disfrutar de un producto legítimo y de excelente sabor.
¿Por qué es especial?
El mezcal oaxaqueño se distingue por su amplia gama de sabores y aromas. Cada variedad de agave aporta características únicas a la bebida final, desde notas dulces y frutales hasta matices más ahumados e intensos. Además, su graduación alcohólica suele ser superior a la de otros destilados, lo que le confiere personalidad y una sensación de calidez al paladar.
¿Cómo disfrutar del Mezcal Oaxaqueño?
Disfrutar de un buen mezcal oaxaqueño es todo un ritual. Se recomienda servirlo en una copa pequeña de vidrio, permitiendo apreciar su color, transparencia y densidad. Al acercar la copa a la nariz, se pueden detectar los distintos aromas que despiertan recuerdos y emociones. Luego, un sorbo pausado nos lleva a degustar su complejidad y a paladear sus sabores. Cada mezcal tiene su propia personalidad, y encontrar aquel que más nos agrada puede ser todo un viaje de descubrimiento.
Además de su sabor y tradición, el mezcal oaxaqueño ofrece beneficios para la salud. A diferencia de otros destilados, el mezcal es una bebida baja en calorías y sin carbohidratos, lo que lo convierte en una opción favorable para aquellos que buscan cuidar su figura sin renunciar a disfrutar de una buena copa. Además, se ha demostrado que, consumido en moderación, el mezcal puede tener efectos positivos en el sistema digestivo y en la salud cardiovascular.
En el mercado, podemos encontrar una amplia variedad de marcas y presentaciones de mezcal oaxaqueño. Cada una tiene su propia historia y proceso de elaboración, por lo que vale la pena explorar y descubrir cuál es la que más nos gusta. Algunas marcas reconocidas a nivel nacional e internacional incluyen Del Maguey, Los Danzantes y Mezcal Amores, entre muchas otras.