Las tarjetas de crédito se han convertido en herramientas financieras esenciales para todos los mexicanos, por cuanto gracias a ellas se pueden atender diversos pagos de forma rápida, cómoda y directa, sin necesidad de tener recursos disponibles en el momento. Conoce cómo funcionan y cómo puedes obtenerlas fácilmente.
Cuando de instrumentos financieros se trata, las tarjetas de crédito son las más conocidas por importantes razones. Estas herramientas se han popularizado a tal punto que, en la actualidad, toda persona, con solo ser mayor de edad y reunir algunos mínimos requisitos, puede acceder a una.
En México, por ejemplo, las hay en distintas modalidades, niveles de financiación y formatos, para satisfacer todo tipo de necesidades de sus clientes. Además, son muy sencillas de obtener gracias a todas las facilidades que brindan las agencias crediticias en la actualidad.
¿Cómo acceder a una?
Para conseguir las mejores tarjetas de crédito en México, es importante considerar antes diversos factores, entre los que cuentan:
Evaluación de necesidades y del perfil financiero: primeramente hay que tener en cuenta el propósito principal de la y asegurarse de cumplir con los requisitos de ingresos y crédito establecidos por las instituciones crediticias que otorgan las tarjetas.
Revisión de las distintas ofertas de tarjetas: en México, existen distintas entidades bancarias y compañías emisoras de tarjetas de crédito. Siempre es bueno investigar las diferentes opciones disponibles y comparar los términos y condiciones de cada una. Se debe prestar atención a aspectos como límites de crédito, tasas de interés, comisiones, programas de recompensas y beneficios.
Revisar el historial crediticio: hay que asegurarse de tener un buen historial de pagos y una baja carga de deudas. Esto aumentará significativamente tus posibilidades de ser aprobado para obtener una tarjeta de crédito. También puedes buscar entre las mejores tarjetas de crédito sin historial crediticio, que ni siquiera exigen que tengas un mínimo registro de crédito anterior.
Siempre hay una primera vez para pedir crédito y eso lo saben muy bien varias compañías financieras que entienden la situación y confían en esa primera vez de sus clientes. Por eso, ofrecen tarjetas de crédito a personas que las solicitan sin tener antecedentes crediticios.
Comparar las características: siempre se deben examinar las distintas características de la tarjeta de crédito que se vaya a solicitar para estar seguro de obtener justo lo que se necesita. Se deben tener en cuenta distintos factores como tasas de interés, beneficios adicionales como seguros, programas de recompensas y salas VIP, y los correspondientes requisitos para acceder a ella.
Puedes, incluso, darle un vistazo a la lista de las mejores tarjetas de crédito sin anualidad y escoger una de ellas, con todos los beneficios que ofrece a sus titulares. Estas libran a sus usuarios del tradicional pago anual por su utilización, que en otras entidades financieras sí es obligatorio; por lo que representa un significativo ahorro de dinero.
Elegir la tarjeta indicada: una vez que se han revisado las opciones, se debe seleccionar la que más se ajuste a las necesidades que se tengan y hacer los correspondientes trámites.
Administrar prudentemente la tarjeta de crédito: con la tarjeta de crédito ya en la mano, es importante utilizarla de manera responsable. Pagar las facturas a tiempo y evitar incurrir en deudas excesivas es fundamental para evitar eventuales dolores de cabeza y mantener un buen historial crediticio.
¿En qué usar las tarjetas de crédito?
Una tarjeta de crédito es una herramienta fundamental en el mundo de hoy, se usa en prácticamente todo lo que implique una transacción financiera. Tienen muchos años existiendo, pero la ventaja hoy es que puedes, incluso, examinar las mejores tarjetas de crédito sin revisar buró y verás que, hasta con un historial negativo, puedes obtener una.
Solo tienes que cumplir algunos requisitos básicos y podrás acceder a una tarjeta de crédito sin siquiera pasar la prueba del Buró de Crédito, para que la uses en lo que quieras: comprar artículos para tu hogar, ropa, electrodomésticos, equipos de computación, las clases de la universidad, comprar el regalo de bodas de un amigo o el de cumpleaños de tu hijo, en todo lo que se te ocurra.