La tasa de interés es un concepto clave en el mundo de las finanzas, que afecta tanto a los que piden dinero prestado como a los que lo prestan o lo invierten.
En este artículo te explicaremos qué es la tasa de interés, qué tipos hay, cómo se calcula y cómo puedes aprovecharla para mejorar tu situación financiera. Entender este concepto te ayudará incluso en trámites tan esenciales como pedir un préstamo, una solicitud que actualmente es tan común y sencilla de realizar que basta con descargar la app de tu institución financiera de confianza e iniciar el trámite.
¿Qué es la tasa de interés?
La tasa de interés es el porcentaje que se cobra o se paga por el uso de un dinero durante un tiempo determinado. Es decir, es el costo o el beneficio de pedir o prestar dinero.
Por ejemplo, si pides un préstamo de $10.000 a una tasa de interés del 10% anual, al cabo de un año tendrás que devolver $11.000; es decir, el monto original más el 10% de interés. En este caso, la tasa de interés representa el costo de pedir dinero prestado.
Por otro lado, si depositas $10.000 en una cuenta de ahorro que te ofrece una tasa de interés del 5% anual, al cabo de un año tendrás $10.500; es decir, el monto original más el 5% de interés. En este caso, la tasa de interés representa el beneficio de prestar o invertir dinero.
¿Qué tipos de tasas de interés hay?
Ahora que ya conoces lo qué es la tasa de interés, debes saber que existen diferentes tipos, según su forma de calcularse o aplicarse. Algunos de los más comunes son:
- Tasa de interés fija: Es aquella que se mantiene constante durante todo el plazo del préstamo o la inversión. Por ejemplo, si pides un crédito hipotecario a una tasa fija del 8% anual por 20 años, pagarás siempre el mismo porcentaje de interés cada mes.
- Tasa de interés variable: Es la que puede cambiar durante el plazo del préstamo o la inversión según las condiciones del mercado. Por ejemplo, si pides un crédito hipotecario a una tasa variable que se ajusta cada año según la inflación, pagarás un porcentaje de interés diferente cada año.
- Tasa de interés nominal: Es aquella que se expresa sin tener en cuenta la inflación u otros factores que puedan afectar al poder adquisitivo del dinero. Por ejemplo, si depositas $10.000 en una cuenta que te ofrece una tasa nominal del 6% anual, al cabo de un año tendrás $10.600.
- Tasa de interés real: Es la que se expresa teniendo en cuenta la inflación u otros factores que puedan afectar al poder adquisitivo del dinero. Por ejemplo, si depositas $10.000 en una cuenta que te ofrece una tasa nominal del 6% anual, pero la inflación es del 4%, al cabo de un año tendrás $10.600 nominales, pero solo $10.192 reales.
Tasa de interés en México o ‘Tasa de interés Banxico’
Como ves, la tasa de interés puede variar según el tipo de operación financiera, el plazo, la moneda y las condiciones del mercado.
Concretamente, la tasa de interés más relevante en México es la tasa objetivo, que es la que fija el Banco de México (Banxico) como referencia para la política monetaria. Esta tasa influye en las tasas que cobran o pagan los bancos y otras instituciones financieras por los préstamos o los depósitos.
Actualmente, la tasa objetivo de Banxico es del 11.25% anual, lo que significa que Banxico ha subido sus tipos de interés 0.25 puntos desde el 11% anterior. Esta decisión se tomó con el objetivo de contener la inflación, que ha alcanzado niveles superiores al 10%2.
La tasa objetivo de Banxico afecta a otras tasas de interés, como la tasa de fondeo bancario, la tasa interbancaria de equilibrio (TIIE) y las tasas de los valores gubernamentales. Estas tasas se pueden consultar en el sitio web oficial de Banxico o en el Diario Oficial de la Federación.
Si bien esta ‘tasa de interés objetivo’ puede parecer confusa respecto a las 4 primeras categorías que te contamos, debes saber que no entra en ninguna de estas cuatro categorías, sino que es una tasa de referencia que sirve para orientar las demás tasas de interés en la economía. Es decir, que dependiendo de las condiciones macroeconómicas, Banxico puede subir o bajar la tasa objetivo para estimular o frenar el crecimiento y la inflación.
¿Cómo usar la tasa de interés a tu favor?
Ahora que has identificado estos factores, puedes darte cuenta de que la tasa de interés puede ser tu aliada o tu enemiga, según cómo la uses. Aquí te damos algunos consejos para aprovecharla a tu favor:
- Ahorros e Inversiones: Cuando depositas dinero en una cuenta de ahorros o inviertes en productos financieros, ganas intereses. Cuanto mayor sea la tasa de interés, más ganancias obtendrás con el tiempo. Por lo tanto, busca cuentas de ahorros o inversiones con tasas competitivas para hacer crecer tu dinero.
- Préstamos Inteligentes: Si vas a pedir un préstamo, compara las diferentes opciones que te ofrecen las instituciones financieras y elige la que tenga la menor tasa de interés posible, tomando en cuenta en este punto que siempre puedas cumplir con los requisitos y las condiciones solicitadas. Así pagarás menos intereses y ahorrarás dinero.
- Consolidación de Deuda: Si tienes múltiples deudas con tasas de interés altas, considera la consolidación de deuda. Esto implica combinar todas tus deudas en un solo préstamo con una tasa de interés más baja, lo que te ahorrará dinero y simplificará tus finanzas.
- Entender el Impacto del Tiempo: El tiempo es un aliado poderoso cuando se trata de tasas de interés. Las inversiones a largo plazo pueden generar un interés compuesto significativo, lo que significa que tus ganancias se suman a tus ganancias anteriores.
- Construye un Historial de Crédito Sólido: Mantener un buen historial crediticio te permite acceder a préstamos con tasas de interés más bajas. Esto es esencial para financiar compras importantes, como una casa o un automóvil.
- Cuidado con las Tasas de Interés Altas: A pesar de que la tasa de interés puede ser una aliada en tus finanzas, también puede convertirse en una carga si no la gestionas adecuadamente. Las tasas de interés excesivamente altas en las tarjetas de crédito o préstamos personales pueden aumentar rápidamente tus deudas.
- Si vas a invertir o ahorrar, busca las opciones que te ofrezcan la mayor tasa de interés posible, y que las mismas sean seguras y confiables. Así ganarás más intereses y aumentarás tu capital.
- Si tienes excedentes, trata de invertirlos o ahorrarlos en lugar de gastarlos. Así aprovecharás el poder del interés compuesto, que hace que tus intereses generen más intereses y tu dinero crezca exponencialmente.
Ahora que hemos repasado estos conceptos, puedes darte cuenta de que la tasa de interés es un concepto indispensable si quieres mejorar tu situación financiera. Aprender a utilizarla a tu favor puede marcar la diferencia en tu capacidad para ahorrar dinero y hacer crecer tu patrimonio.
Ya sea que estés ahorrando para el futuro, invirtiendo en el mercado de valores o gestionando tu deuda, la tasa de interés es un factor clave a considerar. Con conocimiento y planificación, puedes aprovechar esta herramienta para alcanzar tus metas financieras con éxito.