Normativas nacionales
En muchos países, existen normativas específicas que regulan la emisión de gases contaminantes por parte de industrias, vehículos y otras fuentes. Estas normativas establecen límites máximos de emisión para diferentes tipos de gases, como el dióxido de carbono (CO2), el óxido de nitrógeno (NOx) y el dióxido de azufre (SO2). Además, se establecen sanciones para aquellas entidades que no cumplan con dichos límites.
Impacto en la calidad del aire
El cumplimiento de las normativas sobre emisión de gases tiene un impacto directo en la calidad del aire que respiramos. Reducir la cantidad de gases contaminantes liberados a la atmósfera contribuye a disminuir la contaminación y, por ende, a mejorar la salud de la población. Asimismo, la reducción de emisiones tiene un impacto positivo en el cambio climático, ya que muchos de estos gases son responsables del efecto invernadero.
Normativas internacionales
Además de las normativas establecidas a nivel nacional, existen acuerdos y tratados a nivel internacional que buscan regular la emisión de gases a escala global. Uno de los más conocidos es el Protocolo de Kioto, que establece compromisos de reducción de emisiones para los países firmantes. Asimismo, la Unión Europea ha implementado normativas específicas para reducir las emisiones de CO2 en el sector automotriz.