Los precios de los vehículos suben cada vez más, haciendo difícil la tarea de comprar uno nuevo. Debido a esto, se ha hecho muy común la compra de vehículos usados o de segunda mano. Y es que comprar bajo esta modalidad es mucho más viable si se compara con la inversión que hay que hacer si se adquiere uno de agencia.
Puedes hacer el pago en una sola cuota o incluso a plazos a través de una agencia especializada en la compra venta de este tipo de vehículos.
Aunque lo más usual y económico es comprarlo a una persona, ya que se puede negociar un mejor precio, es necesario que se tomen en cuenta importantes factores antes de hacer este tipo de compras.
Comprueba el estado legal del vehículo
Esto es lo primero que debes de verificar antes de siquiera preguntar un precio. De no tenerlo en cuenta, podrías ser víctima de estafa, gastar más dinero de lo planificado o incluso, terminar en un problema judicial si el vehículo a adquirir no está totalmente legal.
La mejor forma de hacerlo es consultando en REPUVE Consulta Vehicular. Esta web te permite conocer el estado legal del vehículo. Solo necesitas ingresar la placa del mismo y tu correo y en pocos minutos podrás saber todos los detalles que te interesan.
Entre los detalles del informe podrás saber si el vehículo es robado, si está libre de reportes de robo, si fue recuperado posterior a un robo, incluso si el vehículo cambia de propietario, este último te puede dar una idea del uso que puede tener.
Pon a prueba el motor
No te limites a encenderlo, pídele al vendedor que te permita probarlo en carretera. Busca una zona donde puedas alcanzar cierta velocidad y presta atención al motor, si emite algún ruido o si no está debidamente ajustado.
Prueba los frenos, tanto en velocidad baja como en alta. La transmisión también es importante, verifica que no tengas que esforzarte mucho con el volante para poder tomar una curva.
El humo del escape te puede decir mucho
Pídele al vendedor o a algún acompañante que encienda el vehículo y acelere estando estacionado. Enfócate en el escape, ve si emite humo de color gris, negro, blanco o incluso azul.
Esto puede significar que el motor está quemando aceite, consume mucho combustible, puede tener una válvula obstruida, incluso que esté trabajando fuera de tiempo.
Consulta el kilometraje y el uso previo del vehículo
El kilometraje recorrido te brinda un tiempo estimado de vida útil del motor. Además, dependiendo del uso que se le haya dado, este puede durar más o menos tiempo.
Por ejemplo, un vehículo utilizado para viajes largos, fuera de la ciudad, tiene menor desgaste que uno utilizado dentro. Esto se debe a que los cambios constantes de marcha y ritmo, aceleran el desgaste del motor.
Los detalles internos te pueden decir mucho
El estado de los asientos, la tapicería, las puertas, el techo, incluso la zona donde reposa el neumático de repuesto, te pueden dar una idea del cuidado que se le dio al vehículo.
Además, te permitirán constatar si el kilometraje que muestra no fue manipulado. Un vehículo con tan solo 20 mil kilómetros, por lo general, no presenta tanto desgaste o daños en las zonas mencionadas.
El sistema eléctrico del vehículo
El sistema eléctrico resulta en un dolor de cabeza en algunos modelos de vehículo. Durante la prueba asegúrate de comprobar que todo se encuentre en buen estado, encendiendo las luces posteriores y delanteras, luces de cambio, internas, luces del tablero, equipo de sonido, en fin, todo lo que genera consumo de electricidad.
Airbags o bolsa de aire
Un tic clave es comprobar si las bolsas de aire se encuentran instaladas o si fueron activadas en algún momento. De ser el segundo caso, esto podría indicar que el vehículo sufrió algún accidente que conllevo reparaciones y posiblemente dejó desperfectos.