
El Gobierno argentino recibió un fuerte cacerolazo -un tipo de protesta tÃpica en el paÃs de golpear cacerolas para exhibir descontento- contra la "liberación" de presos que dispuso la Justicia para evitar el hacinamiento en las cárceles en medio de la pandemia del coronavirus.
Los "cacerolazos contra la impunidad" se sintieron durante 10 minutos luego de las 20 en varios barrios porteños, en especial en Palermo, Belgrano y Caballito. También se sintieron en el Conurbano y en ciudades grandes como Rosario, Mar del Plata, BahÃa Blanca y Córdoba.
El propio presidente Alberto Fernández tuvo que salir a explicar por Twitter su Gobierno no está a favor de la liberación de presos.
"Es conocida mi oposición a ejercer la facultad del indulto. Digo esto en momentos en que una campaña mediática se desata acusando al Gobierno que presido de querer favorecer la libertad de quienes han sido condenados", dijo Fernández en su cuenta oficial.
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"Formulo estas aclaraciones tan solo ante la malintencionada campaña que se ha desatado en redes y medios de comunicación induciendo a hacer creer a la ciudadanÃa que el Gobierno prepara una salida masiva de gente detenida en virtud de procesos penales", agregó.
Pese a las aclaraciones del presidente y a las de la ministra de Justicia, Marcela Losardo, el Gobierno no pudo quitar de la agenda el tema que estuvo en las tapas de los diarios toda la semana e incluso generó cruces entre el propio oficialismo.
El traspié del Gobierno fue rápidamente capitalizado por la oposición, que convirtió el cacerolazo en Trending Topic en las redes. La presidenta del principal partido opositor, el PRO, Patricia Bullrich, incluso pidió usar Campo de Mayo para reducir el hacinamiento en las cárceles.
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